María Tania Varela Otero no se salvó por casualidad. Ella es la abogada de Cambados que acompañaba al letrado Alfonso Díaz Moñux la noche del pasado jueves, día 18, cuando dos sicarios colombianos lo mataron de dos disparos en la cabeza en las inmediaciones de su domicilio. Fuentes conocedoras de la investigación explicaron que a los instigadores del crimen podría interesarles que la letrada siga con vida para que cambie una declaración judicial de un sumario que instruye el Juzgado Central número 1 de la Audiencia Nacional, en la que se refuerza la tesis policial de que semanas antes del desembarco parcialmente fallido de 6.000 kilos de cocaína en las costas gallegas, la misma organización había alijado 4.000 kilos en las costas del sur de Portugal.
Gracias a su testimonio, el juzgado de Cambados que inicialmente se hizo cargo de la investigación del alijo de cocaína pudo inhibirse en favor de la Audiencia Nacional, cuyo Juzgado Central número 1 la llegó a rechazarla hasta dos veces, aunque finalmente tuvo que aceptarla por orden del Tribunal Supremo.
«Fría y calculadora»
Tania Varela es una mujer «fría y calculadora», según personas de su entorno. Figura como imputada en esa causa judicial, acusada de colaborar en tareas de blanqueo con la organización liderada por su ex novio David Pérez Lago. De su defensa se ocupaba Díaz Moñux. Los principales imputados en esta causa sospechaban que el letrado asesinado era parte de la misma como testigo protegido, extremo que desmienten categóricamente fuentes de la máxima solvencia conocedoras de la investigación.
En cualquier caso, Alfonso Díaz Moñux, que en un primer momento se hizo cargo de la defensa de David Pérez Lago, cuando había sido detenido en mayo del 2006 como presunto dirigente de la organización desmantelada tras la incautación de unos 2.000 kilos de cocaína en las costas de Corme, hace tiempo que se había convertido en un personaje incómodo para la organización.
Prueba de ello es que hace un año este abogado recibió un mensaje de texto en su teléfono móvil con la siguiente advertencia: «Renuncia a la defensa [de Tania] o atente a las consecuencias». El remitente es uno de los letrados que sigue personado en la causa.
El hecho fue comunicado en su momento al Colegio de Abogados de Madrid, al que pertenece el denunciado, pero la organización colegial no llegó a tomar ninguna medida.
Tres semanas antes de morir, Alfonso Díaz Moñux tuvo un altercado y fue amenazado de muerte en una reunión celebrada en la prisión de A Lama, donde están varios de los detenidos el año 2006.