El sainete político creado en el Parlamento gallego debido a la utilización del topónimo Galiza por los electos del BNG tuvo ayer un nuevo episodio, al producirse la segunda expulsión en menos de un mes del diputado del PP Ignacio López-Chaves, quien insiste en reclamar la denominación oficial, única y exclusiva de Galicia. El nuevo incidente tuvo como escenario -como ya ocurrió hace tres semanas- la comisión parlamentaria de Cultura, presidida por el nacionalista Bieito Lobeira y en la que López-Chaves actúa de secretario. Ambos se han acostumbrado ya en las últimas sesiones a librar un pulso por esta cuestión o, en el mejor de los casos, a ignorarse.
La sesión celebrada ayer arrancó con las palabras de Lobeira encargándole al secretario que verificara la asistencia a la reunión, labor tras la cual López-Chaves aclaró que había quórum para la comisión de Cultura del Parlamento de Galicia, pero no de «Galiza». La matización no arredró en absoluto al diputado nacionalista, que siguió adelante con uno de sus expresiones clásicas: «Pois iníciase a comisión cuarta do Parlamento de Ga-li-za».
El parlamentario vigués pidió la palabra para porfiar en que no se podía constituir la comisión con la denominación a la que aludió Lobeira, pero el eco que encontró en este último su solicitud fue una llamada al orden por intervenir sin estar en el uso de la palabra. Pero López-Chaves siguió adelante con su guerra particular, encontrándose una segunda y una tercera amonestación, sancionada con la expulsión de la sala, algo a lo que el diputado popular acabó accediendo, aunque ofreciendo resistencia y acusando a Lobeira de practicar la «censura».
«Ridiculizar» el Parlamento
Antes de imponerle la máxima sanción reglamentaria a López-Chaves, el presidente de la comisión advirtió con vehemencia al secretario que «vostede non vai obstaculizar» el funcionamiento de los órganos parlamentarios. «Non vou permitir -dijo contundente- que se ridiculice nin se devalúe esta comisión» con espectáculos como los propiciados en las últimas sesiones con la utilización del topónimo Galiza .
Es más, Lobeira le dejó claro a López-Chaves sus intenciones para el futuro, al remarcar que «nin a min, nin a ningún outro deputado nos vai prohibir ninguén falar na nosa lingua», insistió Lobeira, antes de subrayar que desde su puesto se encargará personalmente de que se respete que en la normativa oficial de la Real Academia Galega (RAG) «temos consagrada» la acepción de Galiza para aludir a la comunidad.
La contundencia empleada ayer por el diputado nacionalista se ve avalada por un documento de la Mesa del Parlamento, que data del pasado día 3, en el cual los letrados de la Cámara consideran perfectamente lícito la utilización del topónimo Galiza , independientemente de que sea o no la forma legal, debido a que los diputados gozan del principio de inviolabilidad y del derecho a la libre expresión, que no pueden limitarse.
Instantes después del incidente parlamentario, López-Chaves argumentó, en declaraciones a los medios, que él tan solo se dedicó a cumplir con sus funciones de secretario de la comisión de Cultura y consideró que su «obligación» era la de advertir que no se podía constituir la comisión del Parlamento de «Galiza». De igual modo, cuestionó el documento de la Mesa de la Cámara, aduciendo que este órgano no hizo ningún pronunciamiento oficial.
La pugna política por el uso Galicia / Galiza se produjo a raíz de la consulta que la conselleiro de Cultura, la nacionalista Ánxela Bugallo, hizo sobre este asunto a la RAG, que le recomendó usar Galicia como la única forma institucional, pues Galiza tendría una acepción literaria o histórica.