Frente a la iglesia de la parroquia, el cura explica su método, heredado del ancestral utilizado ya por los griegos, que contaban en sus expediciones con individuos especializados en geomancia para buscar minerales que les sirviesen de provecho. «So se precisan ferramentas sinxelas, como unha variña en forma de i grego, que no meu caso adoita ser de salgueiro e que debe estar verde, un cable de cobre e un péndulo».
La búsqueda del agua
José María se concentra, aprieta los brazos contra las costillas, sujeta fuerte la vara y comienza a andar. A partir del supuesto de que la presencia de agua genera un movimiento espasmódico en la rama, ésta comienza a vibrar para, a continuación, inclinarse hacia el suelo de modo que el vértice apunta a la corriente. ¡Agua! La oscilación del péndulo confirmará, posteriormente, su ubicación y el cable de cobre, orientado hacia el Norte, dará los datos precisos de la profundidad a la que se encuentra el caudal.