Fervenza pasó del 20% de ocupación a quedarse sin agua en solo 50 días

GALICIA

10 abr 2008 . Actualizado a las 02:47 h.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Corcubión que investiga el vaciado del embalse de Fervenza y la muerte masiva de peces por falta de caudal en la cuenca del Xallas cuenta ya con pruebas que apuntarían a que Ferroatlántica desembalsó agua periódicamente para mantener la producción eléctrica en el pantano que le es realmente rentable y que se sitúa aguas abajo: el de Santa Uxía.

Las pruebas aportadas en la causa revelan descensos de nivel en el pantano que no son explicables solo por la sequía que sufrió Galicia el pasado otoño, «sino que suponen al menos dos desembalses de agua por encima del caudal ecológico», aseguran fuentes de la investigación. Esta estrategia de la empresa de Juan Miguel Villar Mir habría sido decisiva en el vaciado del embalse en unos 50 días y estaría detrás de la muerte de miles de peces por falta de oxígeno.

El primero y más evidente de estos presuntos desembalses habría tenido lugar en la semana del 24 de septiembre al 1 de octubre. Al principio de este período el pantano de Fervenza estaba al 20,8% de ocupación, mientras que el de Santa Uxía se encontraba al 86,6%. A fecha del 1 de octubre, según los datos aportados en el sumario, el embalse de cabecera había descendido al 13,6%, mientras que el que copa la mayor producción eléctrica de toda la cuenca había aumentado al 92,3%.

Como dos vasos comunicantes, la relación entre lo que pierde un embalse y aumenta el otro es prácticamente simétrica: Fervenza reduce sus niveles de ocupación en un 7,2%, mientras que Santa Uxía crece un 5,7% con sus turbinas a pleno rendimiento.

El descenso en cantidad de agua es una variable crucial, pues no es precisamente anecdótica. Durante esa semana el nivel de Fervenza descendió en 7,5 hectómetros cúbicos (más de siete mil millones de litros), casi la mitad del agua que se embalsaba en Santa Uxía a fecha del 24 de septiembre del 2007.

Sin opción de turbinar

En este sentido es necesario recordar que el embalse de Fervenza no puede turbinar cuando el nivel del embalse está por debajo del 15%, situación que se produce precisamente entre el 24 de septiembre y el 1 de octubre. Fuentes jurídicas personadas en el caso juegan con la hipótesis de que, una vez imposibilitado el turbinaje en el primer embalse, «la estrategia consistiría en mantener una buena alimentación de agua en el embalse con mayor producción eléctrica [Santa Uxía, con una producción anual de 220,8 gigavatios/hora]».

La documentación aportada a la causa revela que este embalse «tiene una enorme producción y la optimización del sistema pasa por acumular el máximo caudal posible en Santa Uxía para turbinar en las horas de máxima demanda de energía (en las horas punta)».

En las semanas siguientes, el nivel de Fervenza siguió descendiendo dramáticamente: un 3,5% entre el 1 y el 8 de octubre y otro porcentaje muy similar (3,7%) en la semana siguiente. Hasta la fecha del vaciado completo, los descensos semanales oscilaron entre el 2,5 y el 1,5%. El descenso total de agua en este período de 50 días fue de 20,8 hectómetros cúbicos.

Mientras, la ocupación de Santa Uxía creció del 86,6% registrado el 24 de septiembre hasta el 94% que marcaba en la semana del 5 al 12 de noviembre, cuando se consumó el vaciado del embalse precedente. Tan solo hubo bajadas al 79% entre el 15 y el 22 de octubre.

En la causa que se instruye en Corcubión aún está pendiente la declaración del consejero delegado de la división hidroeléctrica de Ferroatlántica, José Luis González-Faba, imputado en la causa junto al jefe de explotación y al director de Augas de Galicia, José Luis Romero Valeiras. Este último declaró esta semana, al igual que Francisco Alonso, subdirector de Proyectos y Programas de esta sociedad pública dependiente de la Consellería de Medio Ambiente. Ambos negaron cualquier responsabilidad de la Xunta en el incidente ecológico.