Salvada por la campana. Cuando vecinos y alcaldes, incluso los de los mismos partidos que gobiernan la Xunta, ya echaban pestes contra Política Territorial porque, además de luchar contra los numerosos problemas que está ocasionando la construcción de la autovía en Barbanza, se avecinaba una Semana Santa con la carretera comarcal colapsada a cuenta del cierre a cal y canto de la principal arteria para ir de Padrón a Ribeira, desde Santiago llegó una buena nueva. Hoy, a partir de las cuatro de la tarde, se abre al tráfico un trazado de dos carriles -uno por dirección- de la nueva infraestructura, desde Dodro a Rianxo.
Los que vayan de Padrón a Ribeira y viceversa tendrán 15,5 kilómetros de alivio. En el caso de los que arrancan desde el término padronés, pueden coger la carretera habilitada nada más salir de la autopista AP-9, a través de la llamada variante de Lestrove.
Desde ahí, y hasta Rianxo, circularán por una vía a estrenar. Sin embargo, en cuanto pisen tierra rianxeira, volverán a darse de bruces con la realidad: deberán enlazar con la vieja y enrevesada carretera AC-305 y seguir por ella si quieren llegar hasta Boiro, A Pobra o Ribeira.
La conselleira María José Caride, que hoy supervisará el tramo que se abre al tráfico, recomienda circular con precaución ya que, aunque se abren dos carriles, las obras de la autovía siguen en estos kilómetros.