Madres de Lugo y A Coruña prefieren dar a luz en Asturias

GALICIA

Eligieron el hospital de Jarrio por sus prácticas respetuosas con los nacimientos

18 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«O primeiro que fan é poñerche o neno sobre o peito, nada máis nacer, antes de cortarlle o cordón umbilical [...] Parir en Jarrio foi unha experiencia incrible, porque trátante como a unha persoa e non como un número, que é o que pasa na maioría dos hospitais galegos». Hace dos semanas que Olaya Fernández Coronado dio a luz a su primera hija, Ceibe. Esta panadera de Castroverde (Lugo) es una de las madres gallegas que en los últimos tiempos han optado por alumbrar a sus bebés en el Hospital Comarcal de Jarrio, en Coaña, un municipio del occidente de Asturias que lleva más de un decenio fomentando prácticas respetuosas en el parto y en la crianza natural. «Temos unha amiga que deu a luz alí hai tempo e quedou encantada, por iso nos animamos», señaló Fernández.

Esta atención esmerada explica que el pequeño centro hospitalario -tiene 111 camas- reciba cada vez más solicitudes de madres de fuera de su área sanitaria, como destacó a La Voz el director gerente del hospital, Ricardo de Dios del Valle. De esta manera, de los 320 partos que atendió el sanatorio el año pasado, el 14% fueron de madres del exterior del Principado. De Galicia acudieron dos mujeres de Lugo y tres de A Coruña. «Cuidan moito ao paciente, non dan nada por sentado e ti decides se queres ou non cousas como a epidural ou a episectomía, que aquí che fan de maneira protocolaria: ráxante case aínda que non queiras», comentó Olaya Fernández, una de las tres lucenses que en lo que va del 2008 se han decantado por el hospital de Jarrio.

Lactancia materna precoz

La promoción precoz de la lactancia materna es clave. «En Lugo, por exemplo, o primeiro que lle dan ao recén nacido é un biberón con soro glucosado; pero é tan doce que despois cóstalle tomar o leite da teta, que é máis agrio», sostuvo la madre de Ceibe. Para conseguir ese objetivo, el centro asturiano se afana día tras día en mantener a raya a las casas comerciales de alimentación infantil. «Tenemos una comisión de lactancia materna que desarrolla una labor fantástica y evita que haya donaciones de leche en el hospital», aclaró De Dios.

Desde 1997, la clínica asturiana es una de las trece de España que cuenta con la prestigiosa acreditación Hospital Amigo de los Niños, de Unicef, y que en Galicia solo posee el Hospital do Salnés (Pontevedra).

Después de ser lavado, pesado y medido, el bebé vuelve al regazo de la madre y permanece en la habitación junto a ella la mayor parte del tiempo. «Iso une moito, crea uns lazos emocionais moi fortes», subrayó Fernández. «La filosofía -comentó De Dios- es conseguir que la estructura física y de organización nuestra no domine sobre las necesidades de madre e hijo. Una madre necesita ver a su hijo cuando nace, estar con él». «Antes parecía que en el hospital se secuestraba a los niños, porque nada más nacer ya los apartaban de la madre», concluyó el director del sanatorio astur.