Despliegue infructuoso en Valença do Minho en busca del cadáver del ourensano Guillermo Collarte
GALICIA
El hallazgo de unos restos de ropa ha sido el único fruto de dos días de rastreo en una zona de Valença do Minho donde se sospechaba que pudiese estar enterrado el ourensano Guillermo Collarte. El lugar se encuentra a una distancia aproximada de un kilómetro del punto en el que hace más de ocho años desapareció el empresario, después de haber visitado una obra en cuya promoción participaba como socio.
El despliegue de medios, debido a la solidez que en medios judiciales y policiales se atribuía a los indicios, incluyó la presencia de un equipo de la Universidad de Lisboa, que desplazó hasta Valença un georradar de alta tecnología, al que se concedía la posibilidad de precisar el rastreo y la búsqueda. En el operativo intervinieron también bomberos, que bajaron a un pozo; operarios de la cámara municipal y efectivos de la policía judiciaria de Oporto, bajo supervisión de la fiscalía de Valença.
La hija del empresario, Berta Collarte, presente en el momento en que aparecieron los restos de ropa, muy deteriorados, no llegó a identificarlos. De todos modos, fueron retirados del lugar y serán analizados por los equipos de policía científica.
La intensidad de la operación de búsqueda del cadáver de Guillermo Collarte realizada ayer y anteayer, más de ocho años y cuatro meses después de la desaparición del ourensano el día 5 de octubre de 1999, corrobora el ostensible cambio de actitud por parte de la Justicia y la policía lusa, que en los últimos años ha intensificado la presión en entornos presuntamente relacionados con este suceso.
Berta Collarte, sin querer entrar en detalles acerca de la investigación, se ha mostrado muy afectada por la nueva situación y por la prolongación de la incertidumbre del desenlace. Quiere, de todos modos, dejar patente su agradecimiento a la policía lusa y a la fiscalía por el «indudable y decidido» empeño que han puesto al caso.