Santiago Rey Fernández-Latorre, Hijo Predilecto de la provincia coruñesa

La Voz

GALICIA

19 ene 2008 . Actualizado a las 15:22 h.

El presidente de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, fue nombrado ayer Hijo Predilecto de la Provincia de A Coruña, un título concedido por unanimidad de los tres grupos que conforman la corporación de la Diputación. La distinción lo convierte en diputado honorario y reconoce «los méritos acumulados en su dilatada y brillante trayectoria profesional» al frente del primer diario de Galicia.

El pazo de Mariñán albergó a numerosas personalidades para rendir homenaje a «quien goza del máximo prestigio en Galicia, tanto a nivel social como empresarial y, muy especialmente, en el mundo de la comunicación».

Esas palabras, pronunciadas por el presidente del organismo provincial, Salvador Fernández Moreda, precedieron a la entrega del pergamino y la placa que acreditan a Santiago Rey con una distinción que comparte con el almirante Núñez Rodríguez, Enrique Salgado Torres, José Luis Meilán Gil, Camilo José Cela y Gonzalo Torrente Ballester.

El presidente de La Voz, cuyos méritos habían sido recordados previamente por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, agradeció el honor concedido. Confesó que lo recibe «con más alegría» que cuando hace veinticinco años La Voz recibió en su centenario la medalla de oro de la provincia, «porque hoy tengo cinco lustros más que festejar, pero sobre todo porque me emociona el título mismo de Hijo Predilecto».

Y destacó que La Voz de Galicia, con 600.000 lectores diarios, «es hija de A Coruña, su capital y su provincia» porque ambas «le han mostrado su predilección durante sus 125 años de historia hasta convertirla en el primer diario de Galicia y el más grande regional de España».

Santiago Rey hizo un rápido repaso a los muchos méritos de A Coruña. Desde su peso dentro de la comunidad, a la que aporta un tercio de su PIB, hasta el hecho de ser la provincia «del gallego de los mil acentos, la más diversa, plural, liberal e inabarcable».

También quiso aprovechar su intervención para hacer un llamamiento a superar «el marcado individualismo y el localismo que nos caracteriza». Ambas características, explicó, son las que provocan extrañas paradojas como la ocurrida hace unos días, cuando por problemas de competencias se tardó tres horas en retirar un árbol que había caído sobre una carretera limítrofe con tres municipios y que afectaba a miles de personas en hora punta. Utilizando esta anécdota como metáfora de lo que ocurre en toda Galicia, apeló a la necesidad de repensar el papel de las diputaciones provinciales, «un tanto desubicadas tras la consolidación del Estado de las autonomías».

Su postura en este sentido, dijo, «es bien conocida». De ahí que el galardón que le concede el organismo provincial «demuestra que las personas nobles son capaces de persistir en la buena relación y en el aprecio por encima de cualquier idea».