Durante cinco meses le practicaron varias analíticas, pero ningún doctor detectó que esperaba un niño
13 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Una mujer del municipio pontevedrés de Oia dio a luz el pasado miércoles en el Hospital Xeral de Vigo a un bebé sin saber que estaba embarazada y después de una cadena de diagnósticos erróneos. A Angustia Mariño González, de 39 años de edad, le dijeron que tenía una rotura fibrilar en la pierna derecha y así la trataron los médicos durante los últimos cinco meses de gestación. La mujer no se percató de ningún retraso en la menstruación porque pensaba que tenía la menopausia, como consecuencia de un tratamiento por una estenosis lumbar.
Acudió a la consulta de dos médicos del centro de salud de Oia e ingresó de urgencia en el de A Guarda y en el Hospital Meixoeiro de Vigo. Durante los últimos cinco meses le practicaron numerosas analíticas y ningún especialista supo detectar que estaba esperando un niño. «Lo peor es que me atiborraron de pastillas y ahora me preocupa que eso pueda repercutir en la salud de mi hijo», reconocía ayer desde la habitación de la planta de maternidad del Hospital Xeral de Vigo.
Recita de memoria las medicinas que ha tenido que tomar durante todo este tiempo. Dolgesicopeina, Ibuprofeno, Transdec, Omeprazol, Seguril o Aldoctune son algunos de los medicamentos que le recetaron.
Angustia comenzó a sentirse mal en agosto. «No podía poner un pie en el suelo y decidí ir al médico en Oia», afirma. Iba ya por el cuarto mes de embarazo, pero afirma que el especialista solo le detectó una lesión muscular en la pierna, por lo que le prescribió reposo absoluto y antiinflamatorios. Las visitas al médico de cabecera se sucedieron porque no mejoraba.
Cambio de especialista
En octubre, cambió de titular en el centro de salud de Oia y la nueva especialista tampoco detectó el embarazo. El 30 de noviembre comenzó a sentirse peor y entró por urgencias en el Hospital Meixoeiro, donde le diagnosticaron anemia, retención de líquidos y una infección de orina. «Me fui del hospital con más recetas y con la preocupación de estar cada vez peor», afirmaba ayer.
Durante la madrugada del pasado sábado comenzó a sufrir unos fuertes dolores en el abdomen y se trasladó hasta el centro de urgencias de A Guarda. Nuevamente se equivocaron en el diagnóstico. «Esta vez me marché para casa pensando que tenía un cólico nefrítico», dice. Así aguantó hasta el pasado miércoles. Entonces ya no pudo más y a primera hora de la mañana fue a su médico a Oia, que ordenó su inmediato traslado al Hospital Meixoeiro. Los especialistas que la atendieron por fin consiguieron descubrir que estaba embarazada, pero para entonces ya estaba a punto de parir.