Zapatero ofreció rédito político a Quintana, pero escaso protocolo

GALICIA

El Gobierno llegó al máximo en el traspaso de competencias, aunque minimizó la imagen de la cita en un gesto hacia Touriño

15 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La entrevista entre Zapatero y Quintana pactada a cambio de que el BNG salvara de la quema a la ministra de Fomento se convirtió en duelo de gestos florentinos. Quintana, realzando el carácter ciertamente histórico de la reunión, y Zapatero, cumpliendo el compromiso, pero tratando por todos los medios no ofender a Touriño. A la vista del resultado, ambos consiguieron su objetivo.

Porque buena química habrá, como decía la vicepresidenta, pero el recibimiento que el presidente dispensó a Quintana no fue precisamente un derroche de protocolo. El líder del BNG no pudo hacerse la foto en las escaleras de la Moncloa porque no fue recibido en ese lugar. Algo que sí logró, por ejemplo, el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, en septiembre del 2004. Y con el agravante de que por aquel entonces Carod no era vicepresidente de la Generalitat. Tampoco se juzgó oportuno que la vicepresidenta u otro miembro del Gobierno compareciera tras la entrevista. Y, algo ya verdaderamente inusual, Moncloa ni siquiera elaboró una nota de prensa sobre la reunión. En esa labor de menoscabar el calado de la cita jugó también José Blanco, que dijo que Quintana acudía solo como portavoz del BNG, aunque los hechos y la prensa de la Moncloa se encargaron de desmentirlo.

Con alfombra roja o sin ella, Quintana cerró el traspaso a Galicia de nueve relevantes competencias, algo que difícilmente podría firmar el líder de un partido. Y sentó, además de una excelente relación con Zapatero con vistas a la próxima legislatura, un importante precedente. De lo novedoso del formato da idea también algún error cometido por el propio Quintana, como el de explicar solo en gallego el contenido de la reunión y los acuerdos alcanzados. Algo que jugó en contra de su proyección a nivel estatal al impedir a las televisiones nacionales ofrecer cortes de esa parte de su intervención, la más jugosa para él. Solo en el turno de preguntas se pasó al castellano.