Un gran negocio para fabricar placas fotovoltaicas en Galicia

La Voz

GALICIA

15 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El empresario madrileño Juan Miguel Villar Mir se hizo con la mina de Serrabal en 1999, siete años después de adquirir la división de Carburos Metálicos de Banesto con un crédito concedido por esta misma entidad bancaria. Gracias a la concesión otorgada por la Xunta de Manuel Fraga, Villar Mir pudo cerrar en Galicia el ciclo productivo de las instalaciones industriales de Cee, Dumbría y Sabón, que hoy constituyen Ferroatlántica y que se abastecen del cuarzo que se extrae del polémico yacimiento. Hasta 1999, la mina estaba siendo explotada por Erimsa y esta firma definió como «acto delictivo» la adjudicación de esta explotación a quien era su competidor directo.

Cierre de otro ciclo

Lo que está en juego ahora en Serrabal es el cierre de otro ciclo productivo: la transformación del cuarzo metal fotovoltaico en placas solares. Para ello, Ferroatlántica lleva siete años trabajando en un proyecto de I+D para producir silicio solar mediante un sistema metalúrgico que ya se está aplicando en una planta piloto en la localidad de Sabón (Arteixo).

Para este plan, Villar Mir ha contado con fondos públicos del Estado y de la Xunta y prevé dar el salto a la producción industrial el año que viene. El proceso industrial se completaría con una instalación de crecimiento y corte de silicio que proyecta el Grupo Campo y con una planta de producción de placas solares que se está construyendo en Ourense.