Muxía revive la marea blanca

GALICIA

Centenares de voluntarios regresan a la localidad para participar en el homenaje de reconocimiento a su labor

09 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Ya no visten monos blancos ni van pringados de fuel, pero son voluntarios. Lo fueron hace cinco años durante los duros días del Prestige y lo siguen siendo de corazón, como quedó demostrado estos días en Muxía, concello con el que muchos de los que participaron en la retirada del fuel mantienen desde entonces estrechos y emotivos vínculos.

Ayer se celebraba en la localidad el segundo día de homenaje a aquellos que arrimaron el hombro para limpiar la costa de chapapote. La lonja, convertida hace cinco años en comedor de cansados ciudadanos dedicados altruistamente a limpiar los desperdicios arrojados por otros, volvió a recuperar su aspecto de rincón multicultural. El pescado dejó sitio a las banderas y las firmas, y a una gran fiesta que el viernes devolvió una imagen del pasado. Cerca de mil personas, entre voluntarios y vecinos, cenando al calor de la amistad.

Los generadores eléctricos volvieron a sonar y las viejas carpas donde entonces se alojaban personas llegadas de todas partes permitieron revivir los días del fuel. Esta vez ya no había caras de preocupación. La palabra que más se repitió fue «gracias». A los de Muxía que se dejaron la piel en los fogones para alimentar a miles de personas, y a los de fuera que no pidieron nada. Pero también hubo música y alegría.

Con los rigores del invierno y unos voluntarios algo más viejos que entonces, fueron pocos los que se animaron a pasar la noche en las colchonetas habilitadas en el polideportivo. Pero fueron muchos los que participaron en las actividades organizadas por el Ayuntamiento. El viernes tocó inaugurar exposiciones y un Coído que ahora está dedicado al voluntariado. Ayer era el día de las mesas redondas.

Desde primera hora de la mañana, distintas personas que entonces participaron de un modo u otro en la recogida del fuel hablaron de aquellos días con la perspectiva de un lustro. Voluntarios, representantes de Tragsa, de las cofradías, de Protección Civil de distintos lugares de España, de los medios de comunicación que cubrieron la noticia -entre otros estuvo el director de La Voz de Galicia, Xosé Luís Vilela- y del movimiento social Nunca Máis hablaron durante todo el día sobre el significado de aquella catástrofe.