Una autonomía con un nivel de autogobierno similar al de un estado

La Voz

GALICIA

01 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Sobre el papel, el País Vasco es una autonomía más, una de las 17 que conforman el Estado español. En la práctica, lo cierto es que el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe ostenta niveles de autogobierno que se asemejan a los de un estado, y que desde luego están muy por delante de los que disfrutan otras regiones. La diferencia entre Euskadi y el resto de las comunidades no radica tanto en la transferencia de competencias como en la existencia de un sistema de correspondencia económica entre el Estado español y el País Vasco (el famoso concierto) que permite al Gobierno autónomo gestionar con una independencia total sus políticas.

Gracias al concierto, Euskadi recauda todos los impuestos a través de sus tres haciendas forales y gestiona estos recursos de forma autónoma. Las arcas vascas únicamente tienen que pagar al Estado español una compensación por aquellos servicios que todavía presta Madrid. Esto es, Vitoria gestiona las mismas competencias clave que otras regiones -estrategias industriales, educativas, sociales...-, pero como dispone de un volumen de recursos financieros mucho mayor gracias al concierto, a la hora de la verdad opera casi como un pequeño estado independiente.

Elemento fundamental

La existencia de este instrumento es valorada en el País Vasco como un eje estratégico del despegue económico de la comunidad. José Guillermo Zubía, secretario general de Confebask, sostiene que «el concierto proporciona autogobierno y este es un elemento fundamental». En la misma línea se manifiesta Mikel Navarro, investigador del Instituto Vasco de la Competitividad de la Fundación Deusto, quien considera que la importancia de este sistema económico «radica en que eres el responsable de invertir el dinero. Al final, aprendes a manejar mejor tus recursos. Estás más cerca y conoces mejor la problemática» de la comunidad.

Navarro explica las bondades de este sistema con un ejemplo. «A pesar de no tener transferida la competencia de I+D, al final, como el País Vasco tenía los recursos, se pusieron en marcha los centros tecnológicos y todo lo demás. Eso, sin los recursos, no lo puedes hacer», concluye.