Fue detenido cuando regresó al súper de Culleredo para intentar otro hurto
24 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.La pitanza que pretendía Víctor Pariente Muñoz se le atragantó por glotón. Pensó que todo el monte era orégano cuando logró esconder un jamón de pata negra bajo el abrigo y llevárselo sin pasar por caja de un supermercado, pues regresó al día siguiente para completar el surtido de ibéricos con tres sabrosos quesos de Castilla. Eso es lo que cree el fiscal, que pide para este hombre de 30 años una condena de un año de prisión por un delito continuado de hurto.
La acusación le achaca a este individuo que el pasado 13 de noviembre «guiado por el ánimo de obtener un ilícito beneficio» entró en el supermercado del centro comercial Haley, situado en la calle Juan Carlos I de O Burgo, en Culleredo. Allí dentro, según el fiscal, aprovechó un descuido de los empleados y se apoderó de un jamón de bellota de Cinco Jotas, que ocultó bajo su ropa y pasó silbando frente a la cajera, para luego abandonar el establecimiento de rositas. La pieza, aparte de rica, es cara, pues tiene un valor de 413 euros.
Al mediodía del día siguiente, continúa el fiscal en su escrito de calificación, el imputado regresó al citado establecimiento de Culleredo apoderándose de tres quesos valorados en 64 euros, que también ocultó entre su ropa. Pero en esa ocasión se la dieron con queso, pues unos empleados lo descubrieron cuando los intentaba esconder en el abrigo, que tan bien le abrigaba del frío como el hambre.
Lo dejaron hacer, y cuando ya se disponía a salir del supermercado, le echaron el guante. Los quesos fueron recuperados y entregados en calidad de depósito al propietario del establecimiento. El jamón, en cambio, se perdió. La pata de cerdo está en paradero desconocido. La próxima semana será juzgado.