Fuego contra los problemas de urbanismo. Esa fue la idea que se cruzó en la mente de Raúl Álvarez Pérez cuando ayer acudió al Concello de Crecente con la intención de quemarlo. La disputa que mantiene su familia, residente en Barcelona, con un vecino de Filgueira por una construcción ilegal pudo acabar en una tragedia de no ser por la audacia del comandante del puesto de la Guardia Civil de Arbo y del único policía local de Crecente, que todavía tiene categoría de auxiliar.
El incidente cogió por sorpresa a cinco trabajadores del Concello, que a las 8.50 horas estaban en el primer piso del edificio. «Fue entonces cuando llegó el hombre, de unos 60 años, y empezó a derramar gasolina por las mesas y el suelo y nos mandó que saliésemos», comenta Mari Luz Viéitez, una de las empleadas municipales. Pese a que los funcionarios se fueron, el auxiliar de la policía Marcos Gómez se quedó con el hombre para negociar con él y para que soltase el mechero con el que amenazaba con quemar la estancia.
Su objetivo era encontrar al alcalde o al teniente de alcalde. Pero al no poder hacerlo, el hombre accedió a que el agente hablase con el regidor y con su padre, el teniente de alcalde. «Pedía también que viniese aquí el aparejador, una ambulancia y un juez. Pero como no hay le dije que tendría que hablar con la Guardia Civil», comenta el policía.
Para no alertar al hombre, natural de Ourense, el comandante del puesto de la Guardia Civil de Arbo se hizo pasar por un vecino que acudía al Concello a pedir unos papeles. Cuando el agente subió a las oficinas se encontró con el policía y con el asaltante, provisto de una garrafa de gasolina. Pese a que Raúl Álvarez le gritó que abandonara el edificio asegurándole que «hoy aquí no se trabaja», el guardia civil insistió en que tenía que arreglar un papel.
Tan bien interpretó el personaje de vecino tozudo que, una vez que redujo al hombre en un descuido, este lo felicitó por lo bien que había actuado. El detenido ha pasado a disposición del Juzgado número 3 de Ponteareas.
Habrá más agentes
El susto vivido ayer en el Concello ha sido decisivo para que el alcalde, Julio Cesar García Luengo, anuncie que incrementará la plantilla de la policía con otros dos agentes y ascenderá al actual para que deje de ser auxiliar. También dijo que su petición de aumentar la plantilla de la Guardia Civil de Arbo había sido aceptada por la Subdelegación del Gobierno y será realidad el próximo año.