El fin de semana volvió a ser negro para las carreteras gallegas. En menos de 12 horas murieron tres personas en accidentes ocurridos en A Cañiza, Salvaterra y Vilanova. Pero pudo ser mucho peor, ya que hubo numerosos accidentes con heridos de gravedad. Uno de los más aparatosos ocurrió en pleno casco urbano de Nigrán, donde un coche se llevó por delante a tres peatones que caminaban por la acera y que resultaron heridos de gravedad y fueron ingresados en el hospital Povisa de Vigo.
El conductor del coche, un Ford Fiesta, dio positivo en la prueba de alcoholemia, con un índice muy elevado, de 0,96 en la prueba de aire espirado. El automovilista, Miguel Ángel Goce Pedreira, de 23 años y vecino de Baiona, fue detenido por agentes de la Policía Local y al cierre de esta edición permanecía en los calabozos municipales.
El suceso ocurrió cerca de la Discoteca 2000, una zona conflictiva, como denuncian los vecinos. Según varios testigos, el coche circulaba en dirección a Vigo a gran velocidad en un tramo limitado a 40, donde el conductor perdió el control y se subió a la acera por la que caminaban dos matrimonios. Alcanzó a un hombre y a dos mujeres, de unos cincuenta años de edad, y que son Antonio G.?F., Fini. F. y Mercedes S. R. L. Esta última es la que se encuentra en peor estado, ya que tiene afectadas las piernas. Los otros dos heridos sufrieron lesiones de consideración en el rostro y en la espalda, que al cierre de esta edición estaban siendo valoradas en el servicio de urgencias.
Últimas horas trágicas
Respecto a los accidentes mortales, el primero ocurrió sobre las siete de la tarde del sábado en A Cañiza, donde fue atropellado un hombre de 65 años cuando cruzaba la carretera N-525. Casi a la misma hora, pero en Salvaterra, perdió la vida D.?A.?M.?G., de 28 años, que colisionó contra el remolque de un tractor, salió rebotado y chocó contra un turismo.
En el último siniestro mortal también se vio implicado un motorista. Martín Betanzos Garrido, de 22 años y vecino de Cambados, murió sobre las dos de la madrugada de ayer en la carretera PO-549 a su paso por Caleiro (Vilanova). Conducía una Kawasaki Z1000 y murió en el acto. Por causas que aún están por determinar, la moto se salió de la carretera y colisionó contra un Volkswagen Golf que estaba estacionado en la carretera.
El impacto fue muy fuerte y el cuerpo de la víctima apareció a cincuenta metros de distancia de la moto, según confirmaron los servicios de emergencia. Hasta allí se desplazaron dos ambulancias del 061 y el servicio de Protección Civil de Vilagarcía, además de agentes de la Guardia Civil de Tráfico, Protección Civil de Cambados y Vilanova, pero nada se pudo hacer por salvarle vida.