La sociedad se renueva para lograr que «solo se incinere lo irrecuperable»
06 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.El pasado 21 de septiembre José Álvarez Díaz cumplió su segundo aniversario como presidente de la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama). Veinticuatro intensos meses que han supuesto un radical cambio de rumbo en la filosofía de la entidad, cuyo objetivo pasa ahora por reducir al máximo la incineración y «recuperar todo aquello que sea recuperable». Todo ello aderezado con una política de transparencia y puertas abiertas que Álvarez Díaz demuestra sin callarse nada.
-¿Qué balance hace de estos dos años en Sogama?
-Lo primero que hice cuando llegué fue diagnosticar la situación y lo primero que planteé fue un cambio cualitativo porque, además, desde el 2001 el objeto social de Sogama no es solo el tratamiento de residuos, sino también el impulso de las energías renovables y dar un servicio de consultoría pública medioambiental.
-Ya no solo tratan basura.
-Eso es. Partimos de una simple planta de tratamiento de residuos y hemos hecho una revisión de la filosofía de esta empresa integrando el concepto de desarrollo sostenible. Sogama ha dado un cambio de rumbo. Nos hemos reorientado hacia la gestión ambiental, las energías renovables y el desarrollo sostenible.
-¿En qué consiste esa reorientación?
-La política comunitaria de medio ambiente establece una jerarquía clara de cómo se deben gestionar los residuos. El primer paso es la prevención, reduciendo al máximo la producción de basura. Después está la reutilización y el reciclaje y, por último, la revalorización energética, además de, si es necesario, el depósito controlado en vertederos.
-No parece nada fácil.
-Avanzamos poco a poco, porque para nosotros es prioritario incorporar las mejores tecnologías disponibles. La innovación tecnológica es fundamental para que en el proceso que llevamos a cabo en la planta de Cerceda podamos recuperar absolutamente todo lo recuperable. Hay que lograr que el residuo vuelva a ser un recurso útil.
-¿Qué están haciendo en Sogama para conseguir este objetivo?
-Estamos automatizando la planta de clasificación de envases, con el objetivo de recuperar un mayor número y hacer una mejor selección. También participamos en varios proyectos de innovación tecnológica. Uno de ellos, por ejemplo, consiste en la recuperación del vidrio que se deposita en la bolsa negra.
-Recientemente, el Consello de Contas de la Xunta le dio un tirón de orejas a Sogama.
-El Consello realizó un análisis de la política de residuos y comparto totalmente su apreciación de que la generación de residuos está creciendo de forma muy preocupante. Por eso son prioritarias las campañas de educación y concienciación. El informe también critica, y lo comparto, que los residuos obtenidos del trabajo de separación y clasificación se están desplazando fuera de Galicia para reciclarlos. Desde Sogama también queremos que el fruto de nuestro trabajo se quede en la comunidad, porque actualmente, con la tecnología que hay, todos los residuos son reciclables. Además, estamos sobrepasados, la planta de Cerceda tiene capacidad de tratamiento de 500.000 toneladas anuales, pero recibe 900.000. El nuevo plan gallego de gestión de residuos vendrá a descongestionar la situación actual y hará una distribución territorial.
-¿Incluye el nuevo plan la construcción en Galicia de alguna otra planta de tratamiento de residuos?
-Supongo que en esa redistribución territorial se incluye algo así, porque las plantas que hay actualmente están concentradas en la parte noroeste del territorio y es evidente que la redistribución de la gestión de los residuos, aprovechando las mejores tecnologías disponibles, es necesaria.
-¿Cómo es la relación de Sogama con los concellos adheridos a su plan?
-En este momento hay 270 municipios adheridos voluntariamente y la relación es muy estrecha, pero estamos sufriendo el caso de algunos concellos, afortunadamente muy pocos -en total son 35 clientes los que deben facturas-, que no actúan de forma responsable en el pago del servicio que les está prestando Sogama. Y no deben olvidar que un buen servicio tiene un coste. Desde que yo llegué a Sogama hay un umbral de deuda de 12 millones de euros y eso es insostenible económicamente.