El frontón de Riazor. Ése fue el pesebre en el que nació el BNG, un partido que cual ave fénix trataba de refundar el nacionalismo gallego. Lo hacia mediante la reformulación de una coalición formada por el PSG y el BN-PG, un grupo que justo un año antes, en las primeras elecciones autonómicas gallegas, había obtenido tres escaños en el Parlamento. Pero en aquel primer BNG coincidían la UPG, partido hegemónico dentro de la formación, nacionalistas de la antigua AN-PG y disidentes del PSG.
El techo electoral alcanzado en aquellos primeros comicios no pudo repetirse en 1985 y el BNG logró un único diputado, Xosé Manuel Beiras. Los resultados hacen reflexionar a la formación, que decide cambiar de táctica, sentando sus nuevas bases en la Asamblea de Carballiño de febrero de 1985. Ese año, el BNG cambia de imagen, rompe con Herri Batasuna y expulsa al PCLN, una escisión de la UPG formada por militantes partidarios de la lucha armada.
Cambio
Es entonces cuando se lanza el proyecto común y se pone en marcha un gran engranaje para incrementar su presencia en todas las instituciones. La estrategia funciona y el partido comienza a remontar en las elecciones. En 1989 logra cinco diputados y en 1993, trece. En los siguientes comicios obtiene 18, pero pierde uno por los votos de la emigración, y en las últimas autonómicas logra 13.
Partidos
Desde entonces, el BNG se ha convertido en una fuerza que agrupa a casi todo el nacionalismo gallego. Así, Unidade Galega formaliza su entrada en el frente en 1993 y el propio Camilo Nogueira lo hace más tarde.
En su estructura interna, el movimiento más relevante dentro de la coalición fue la creación, en 1994, de Esquerda Nacionalista. Este partido fue formado por miembros del BNG sin adscripción a ninguna otra formación. Actualmente, la ejecutiva del Bloque está formada por la UPG, los conocidos como quintanistas, Encontro Irmandiño y Alternativa. Los que se quedaron fuera, pero forman parte del consello nacional, son los miembros de Movemento pola Base.