El contencioso de la mina de Serrabal tiene los días contados. El Ministerio de Fomento fijó ayer en el BOE las fechas para el levantamiento de actas previas a la expropiación forzosa en los terrenos afectados por la construcción de la línea de alta velocidad en los dos subtramos que se vieron envueltos en la polémica sobre el trazado del AVE Santiago-Ourense a su paso por el yacimiento.
El anuncio se produce después de que finalizara el plazo de información pública y fija para el período comprendido entre el 2 y el 18 de octubre el levantamiento de actas en los ayuntamientos de Silleda, A Estrada, Vedra y Boqueixón. En realidad, este procedimiento administrativo supone la culminación del proceso expropiatorio, al margen de que las reclamaciones de los particulares se resuelvan finalmente en los tribunales de expropiación. La intención del Ministerio de Fomento y del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) es iniciar los trabajos en noviembre.
Las obras en los dos subtramos -Silleda (Dornelas)-Vedra y Vedra-Boqueixón- se limitaron en los últimos meses a la construcción del viaducto del Ulla, precisamente una de las infraestructuras más complejas y donde no es necesario expropiar los terrenos, ya que se encuentra en dominio público.
En cualquier caso, la opción de un cambio de trazado, que planeó durante un tiempo en las negociaciones, afectaba al diseño de buena parte de los 13,3 kilómetros que suman ambos tramos, en las inmediaciones de Santiago.
En el caso del yacimiento minero de Serrabal, que explota el empresario madrileño Juan Miguel Villar Mir, la expropiación no será relativa a los bienes, sino al derecho de concesión de la mina, cuya prórroga está siendo tramitada en la Consellería de Industria. El permiso para explotar el yacimiento de cuarzo termina en a principios del próximo año y Ramsa -la empresa participada por Villar Mir que extrae el mineral- pretende renovar la concesión de la explotación por treinta años más. Curiosamente, el proceso de expropiación y la tramitación de la prórroga coincidirán en el tiempo.
El ADIF decidió en junio de este año no llevar a cabo modificación alguna en el trazado ferroviario en base a un informe realizado por la Universidad de Oviedo, en el que se concluía que la afección al yacimiento sólo afectaría al 10% de las reservas explotables de cuarzo.
Adjudicación
Por otra parte, la constructora OHL, propiedad de Villar Mir, logró recientemente la adjudicación de uno de los tramos más caros de la autovía del Cantábrico, el que une Lindín con Careira, contratado finalmente por 60,5 millones de euros.