El 2006 invierte la racha de sequía y confirma el calentamiento en Galicia

Montse Carneiro REDACCIÓN

GALICIA

La media de las temperaturas máximas superó hasta en dos grados el valor normal Incendios y riadas manifiestan un aumento de los fenómenos meteorológicos adversos

30 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Con un aumento de temperaturas de hasta dos grados sobre los valores normales y catástrofes naturales de signo contrario, desde los incendios de agosto hasta las inundaciones de noviembre, el año 2006 se despide en Galicia tal y como vaticinan los expertos que será el clima global en un futuro cercano, más cálido y propenso a los fenómenos adversos. Las precipitaciones del otoño, con ser ruinosas, permitieron invertir la tendencia seca que se arrastraba desde el año 2004 y que el pasado agosto convirtió los montes gallegos en un polvorín. Sólo en marzo había llovido por encima de lo normal y así ocurrió que, en menos de dos meses, un año que se presumía árido pasó a registrar superávit de lluvia en las cuatro provincias, según MeteoGalicia. La Costa da Morte y las comarcas limítrofes que se extienden hacia el interior de A Coruña; las Rías Baixas y los territorios pontevedreses al oeste de la Dorsal, y en menor medida las zonas altas de Lugo y Ourense, fueron este año las áreas más lluviosas. En octubre, las cantidades recogidas triplicaron los valores normales, y si en Ourense bastaban 75 litros por metro cuadrado para cumplir el cupo mensual, al final cayeron 288. Desfases parecidos se produjeron en la costa, con Pontevedra acostumbrada a 166 litros y saturada este octubre con 436, que es tanto o más de lo que cae al año en Murcia o en Salamanca. «Cuando dicen que el clima de Galicia es casi mediterráneo es que no deben de mirar lo que llueve», advierte la meteoróloga Ana Lage. Los chaparrones provocaron daños cuantiosos, pero a nivel climático el balance del 2006 incide en el calentamiento. Hubo récords de temperaturas máximas absolutas en Pontevedra, Ourense y A Coruña, y las medias de las diurnas llegaron a superar los valores normales en casi dos grados, exactamente 1,9 en Pontevedra y 1,7 en Santiago. En estas dos ciudades, las medias de las temperaturas nocturnas también concluyeron 1,4 y 1,8 grados por encima de lo normal, respectivamente, y junto con A Coruña y Lugo, sus valores medios rebasaron el umbral de la normalidad todos los meses entre marzo y noviembre. En Pontevedra, singular por cuanto registró medidas que nunca se habían alcanzado desde 1955, la temperatura media de abril a diciembre del 2006 discurrió dos grados por encima de la de los últimos treinta años.