Medio Rural se propone ahora abolir la tasa por la extinción de incendios

GALICIA

La fuerte contestación del sector forestal obliga a Suárez Canal a cambiar el proyecto de ley Considera que es un «bo mecanismo», pero admite que hay problemas para gestionar el canon

20 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Era una tasa cuestionada por algunos sindicatos y ahora también por las asociaciones forestales. La fuerte contestación que genera el proyecto de ley sobre prevención y extinción de incendios, especialmente el apartado que establece un impuesto por apagar fuegos en propiedades forestales privadas, provocó que la Consellería do Medio Rural mostrara ayer su disposición a suprimir este apartado para que la nueva normativa pueda ser aprobada con el consenso de todas las fuerzas políticas y sociales. El director xeral de Montes, Alberte Blanco, pulsó ayer la opinión del sector en un encuentro con los representantes de la Asociación Forestal de Galicia, Promagal y la Organización Galega de Montes Veciñais, reunión que le valió para constatar que nadie es partidario del nuevo canon que pretende crear Medio Rural. Alegaciones «Sería como culpabilizar dos incendios aos propietarios das terras, que non son máis ca vítimas», manifestó Xosé Alfredo Pereira, presidente de la organización de montes en mano común, que presentó al director xeral una alegación para la retirada de dicha tasa, al igual que hicieron los demás colectivos. El propio Alberte Blanco anunció al término de la reunión que la Xunta «reconsiderará» su intención de incluir el canon en el proyecto de ley de prevención, con una profunda revisión del texto que «irá na liña» de suprimir una tasa que sí se aplica en algunos países europeos y en comunidades como Extremadura o Andalucía. De hecho, Blanco consideró que el canon por extinción «é un bo mecanismo, con algunhas dificultades de xestión, pero bo», porque permite que los propietarios de terrenos forestales se corresponsabilicen en las labores de prevención. Sobre los posibles inconvenientes a la aplicación de la tasa, Blanco explicó que el más evidente está relacionado con la identificación de los dueños de infinidad de parcelas forestales abandonadas, que muchas veces viven en otros lugares o tras sucesivos cambios en la propiedad y en las herencias ni siquiera son conscientes de dónde se sitúan exactamente sus terrenos. «Todo esto obrigaranos a actualizar os datos», dijo el responsable de Montes, antes de recalcar que «non pode ser» que la propiedad de las dos terceras partes del país sea una incógnita. La tasa básica de extinción que pretendía crear Medio Rural rondaba los 238 euros. El próximo día 27 comunirá al Consello Forestal de Galicia si renuncia definitivamente a este planteamiento.