Los furtivos y las toxinas dejan sin ingresos al marisqueo de A Coruña

La Voz R.C. | A CORUÑA

GALICIA

Unos 170 trabajadores llevan cinco meses sin apenas ganancias, según la cofradía Las profesionales temen que los productos dañados por la marea roja lleguen al mercado

11 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Las mariscadoras de A Coruña denunciaron ayer que la continuada acción de los furtivos, y la persistencia de la toxina, les han provocado una pérdida de ingresos superior al 50% con respecto a las cifras del año pasado. En la ría coruñesa faenan habitualmente 170 profesionales, de los que 120 trabajan a pie, fundamentalmente mujeres, y el resto a bordo de embarcaciones. La portavoz del colectivo, Fina Díaz, aseguró en rueda de prensa que su situación es «insostenible», puesto que llevan prácticamente cinco meses «sin ingresar un duro». Según las cifras que aportó, en los primeros meses del 2005 cada mariscadora obtuvo un rendimiento neto de 6.715 euros por 48 días de trabajo, mientras que este año los beneficios se redujeron a 3.035 euros por 31 días. Díaz cargó especialmente contra lo que califica de permisividad con los furtivos, subrayando que en los dos últimos meses, desde que se abrió la campaña, sólo han podido faenar cuatro días, «pero los furtivos trabajan a sus anchas sin que les importe la toxina ni la vigilancia». Este problema en O Burgo, con un asentamiento marginal al borde de la ría, se agudizó hace unos años y aún no se ha acabado de encontrar una solución, a pesar de las múltiples reuniones celebradas entre los servicios de Inspección Pesquera, la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Ayuntamiento, e incluso a pesar de las patrullas de vigilancia montadas por las propias mariscadoras, que ahora anuncian movilizaciones. Escudos Tanto Fina Díaz como Teresa Penelas, vocal de la agrupación de mariscadoras, recordaron que entre los ilegales hay niños de ocho a quince años, que son utilizados por sus padres como «escudos» frente a las trabajadoras. Añadieron que los menores «agreden, insultan y amenazan a las mariscadoras porque saben que no pueden actuar contra ellos, mientras que las patrullas de la Guardia Civil que se acercan a la ría se quedan dentro del coche». Hace un mes, el 8 de septiembre, se produjo un enfrentamiento entre 30 furtivos y cuatro profesionales, y el pasado domingo volvió a registrarse una agresión a una trabajadora. Este año, debido a la continua aparición de la toxina que ha obligado a cerrar la ría coruñesa al marisqueo, la extracción ilegal de almeja y berberecho produce además una situación que podría derivar en un problema sanitario. Y es que los furtivos no respetan la veda por marea roja, con lo que el producto intoxicado podría llegar a los consumidores. ¿Quién compra la mercancía a los furtivos? «No es mi trabajo saber quién lo compra, no es mi papel», responde la portavoz de las trabajadoras. A pesar de que casi nadie se atreve a dar nombres concretos, en la ría se dice que determinadas depuradoras no tienen recato en adquirir el marisco a los ilegales, lógicamente a precios más bajos que en los cauces comerciales normalizados. Y, aunque la producción de la ría de A Coruña ha de pasar por un proceso de depuración antes de ser apta para el consumo, también hay quien asegura que los furtivos llevan directamente las almejas a algunos establecimientos de hostelería. «Si esto fuera cierto, algún día puede ocurrir algo grave», finaliza Díaz.