Aviación Civil abre una investigación sobre el accidente aéreo de Rozas

La Voz D. C. | LUGO

GALICIA

Los técnicos estuvieron examinando los restos del ultraligero y la pista en la que cayó El subdelegado del Gobierno asegura que el aparato cumplía los requisitos exigidos

27 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

?specialistas del Cuerpo de Investigación de Accidentes Aéreos de la Dirección General de Aviación Civil se trasladaron ayer por la tarde al aeródromo de Rozas, en Castro de Rei (Lugo), para iniciar una investigación sobre las causas del accidente ocurrido en la tarde del pasado martes. En él perdió la vida el veterano piloto Eduardo Carreras, de 73 años, probador oficial del avión ultraligero que se estrelló en la pista. El aparato es propiedad del coruñés Manuel Baleato Mallo, quien llevaba diez años construyéndolo, en compañía de su hermano Eugenio. Los técnicos de Aviación Civil estuvieron realizando fotografías del lugar del accidente y tomando medidas, además de examinar minuciosamente los restos de la aeronave siniestrada. Los datos tomados en el lugar del siniestro se complementarán con la declaración de las personas que estaban en el aeródromo de Rozas cuando el aparato se precipitó sobre la pista. Entre ellos se hallaba el propio Manuel Baleato, quien se encuentra muy afectado. El presidente del Aeroclub de Lugo, Luis Abelleira, aseguró que las pruebas que estaba realizando Eduardo Carreras contaban con toda la documentación necesaria: un seguro y la autorización de la Dirección General de Aviación Civil. Para Abelleira, a la espera de los resultados de la investigación abierta ayer, el accidente fue un cúmulo de circunstancias adversas. Así, habló de la posibilidad de un exceso de confianza por parte del piloto, un veterano con miles de horas de vuelo; la velocidad a la que iba, que todos los indicios apuntan a que era lenta y a la proximidad a la que se encontraba del suelo. El subdelegado del Gobierno. Jesús Otero, declaró que la investigación abierta era rutinaria y manifestó que el accidente se debió probablemente a la mala suerte. Resaltó que cumplía todos los requisitos exigidos para este tipo de aparatos, que están construidos bajo una normativa específica, supervisada por Aviación Civil y que por esta razón el ultraligero contaba con un probador oficial, que era un piloto experimentado y con muchas horas de vuelo.