Diez años de impotencia y dolor por María José Arcos

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua SANTIAGO

GALICIA

SANDRA ALONSO

Todo apunta a que la compostelana desaparecida hace un decenio fue asesinada, pero la familia no sabe qué sucedió realmente y exige conocerlo

15 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Hace ya diez años que no se tienen noticias de María José Arcos Caamaño, una compostelana que salió de su casa para pasar un día junto al mar y nunca regresó. Ayer se cumplió el décimo aniversario de su desaparición, y sus hermanas, Rosa y Manuela, quisieron recordarla y manifestar públicamente su dolor. María José Arcos desapareció en circunstancias extrañas cerca del faro de Corrubedo. Tenía 35 años y trabajaba en el Servicio de Extensión Agraria de la Xunta, en Santiago. La investigación nunca reveló nada concluyente. Su familia compara la situación que vive con «a rabia, a impotencia e a desesperación» de los que ven el fuego comiéndose sus casas, «pero durante dez anos, con 365 días e 24 horas». Visiblemente emocionadas, las hermanas Arcos cargaron tintas ayer contra la policía nacional y el sistema judicial, porque, dicen, no les dan apoyo y las iniciativas que han tomado hasta ahora han partido siempre de la familia. Su hipótesis es clara: «Sabemos que hai un asasino e unha muller asasinada, vítima da violencia de xénero», denuncian con firmeza refiriéndose a un amigo de María José. Se ve que Rosa y Manuela Arcos son dos mujeres fuertes, curtidas en un profundo sufrimiento que dura ya un decenio. Han hecho numerosas campañas reclamando la verdad, desde recogidas de firmas, hasta una web, pasando por un recorrido por el Camino de Santiago. Pero esta vez es distinto. Quieren descansar, poner «un punto e final a todo isto». Están exhaustas de luchar sin resultados. «Sentímonos cansas, abandoadas e frustradas e, ás veces, ata culpables», dicen. Más datos en www.mariajosearcos.es