La Xunta gravará mediante un impuesto el impacto ambiental de las centrales hidroeléctricas

GALICIA

El conselleiro de Economía niega que vaya a tener repercusión en el recibo de la luz El consumo de agua o la generación eléctrica son algunos de los parámetros analizados.

11 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El canon hidráulico que la Xunta quiere imponer a las eléctricas, para que reviertan en Galicia parte de los beneficios que obtienen de la explotación de los recursos naturales, empieza a tomar forma. La Consellería de Economía está diseñando un tributo que gravará la incidencia ambiental de las centrales hidroeléctricas, con el objetivo de compensar a la comunidad gallega por la energía hidráulica que se genera en su territorio. La medición de este impacto irá vinculada a la capacidad de la central. Ahora mismo, se están analizando varios parámetros que determinarían esa capacidad. El consumo de metros cúbicos de agua o la generación de electricidad son dos de los elementos en estudio, aunque «seguramente surgirán otros más», explica el responsable de Economía, José Ramón Fernández Antonio. El nuevo tributo se incluirá en una ley que debe pasar por el Parlamento de Galicia. Aunque aún está sin definir completamente, la nueva figura tributaria incluiría unos mínimos exentos, es decir, unos niveles por debajo de los cuales no habrá que pagar el canon. El conselleiro rechazó que la aplicación de este nuevo tributo vaya a tener impacto en la factura de la luz de los usuarios porque «la tarifa de la electricidad se establece a nivel nacional». Añadió que su diseño es muy complejo y que, aunque las eléctricas argumentaran un aumento de los gastos como consecuencia del canon gallego, la energía hidráulica es minoritaria en la producción española, por lo que el impacto sería mínimo. En este sentido, rechazó que exista ninguna discrepancia con el conselleiro de Innovación e Industria, Fernando Blanco, que días atrás alertó sobre la posibilidad de que el nuevo tributo acabase repercutiendo en el bolsillo de los consumidores. «Industria conoce el tema perfectamente y estamos de acuerdo. No hay ninguna discrepancia», afirmó. Fernández Antonio aseguró que el Gobierno gallego mantiene conversaciones sobre el nuevo impuesto tanto con el Ejecutivo central -porque existen elementos de armonización fiscal a tener en cuenta- como con las propias compañías eléctricas. En cuanto a la negociación con el sector energético, la conclusión es que el nuevo gravamen «será un tributo pacífico». Competencias Una cuestión que ha levantado polémica en las últimas semanas han sido las advertencias, procedentes algunas de ellas de las eléctricas, de que Galicia no tiene competencias para imponer un gravamen de este tipo. «La comunidad gallega tiene autonomía financiera y puede crear un impuesto medioambiental. Así lo reconoce la Constitución, la Lofca [Ley Orgánica de Financiación de las Comunidade Autónomas] y el Estatuto», responde el conselleiro. En este sentido, matizó que «la cuestión es si se hace bien o mal. No pueden existir dos tributos sobre un mismo hecho imponible. Pero Galicia sí que puede crear un impuesto medioambiental». Fernández Antonio no dudó en arremeter contra el Partido Popular, que el lunes no sólo advirtió sobre el impacto del canon en el recibo de la luz, sino que pidió una tarifa más baja para Galicia. «El PP no sólo no tomó medidas mientras gobernó sino que tampoco se preocuparon de conocer el tema. En la propuesta de bajar la tarifa demuestran una gran falta de rigor y dan palos de ciego. Hay que recordar que la elevada dispersión de la población en Galicia hace que el coste de la distribución eléctrica sea más alto en la comunidad», concluye.