El proyecto incluye crear una reserva marina para la investigación La Estación de Ciencias Mariñas dará servicio a universidades, empresas y entes públicos
16 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.La Estación de Ciencias Mariñas acerca desde ayer la Universidade de Vigo al mar. Construida en la isla de Toralla consta de tres unidades: una primera destinada a cultivos, en concreto a cuestiones relacionadas con la acuicultura y organismos marinos; otra denominada medio marino, enfocada al proceso de obtención de muestras; y la tercera, que se pondrá posteriormente en marcha, dedicada al submarinismo.? En una segunda fase está previsto crear una reserva marina de Galicia. El proyecto se aprovechará para devolver al mar un espacio próximo a los 10.000 metros cuadrados relleno de tierra desde hace 30 años. Además de este nuevo ecosistema intermareal, el espacio submarino quedará acotado con balizas en el ala norte de la ría. La reserva supone la protección de la zona, lo que impedirá la realización de actividades que puedan perjudicar a la fauna y a los fondos, tales como el fondeo o las actividades extractivas. A la hora de decidir la ubicación, se ha tenido en cuenta que no interfiera con los actuales bancos marisqueros situados al otro lado de la isla. En principio, la estación abrió ayer sus puertas con tres personas encargadas de poner en marcha la instalación: su director, Ricardo Beiras, y dos expertos en acuicultura. Tras el verano, y una vez aprobado el reglamento, se hará pública la oferta para los grupos de investigación de la universidad viguesa que requieran para sus trabajos instalaciones a pie de mar. Cincuenta investigadores En total, se estima que a partir de septiembre trabajarán medio centenar de investigadores, la mayoría de la Facultad de Ciencias del mar, aunque también podrán solicitar espacio usuarios externos, empresas privadas u otros organismos públicos ajenos a la universidad, siempre que pertenezcan al mundo de la acuicultura.? El edificio inaugurado ayer simula las olas del mar y fue construido en hormigón prefabricado, aluminio y acero inoxidable por el arquitecto Xosé Carlos Rodríguez Otero sobre una superficie de 1.648 metros cuadrados. Incorpora tecnología punta con doble circuito de agua procedente de una cota de nueve metros bajo el nivel del mar, un caso único con estas características, según el autor del proyecto. Además, el centro cuenta con circuitos climatizados de agua en las áreas de trabajo que permiten elevar la temperatura a 25 grados o enfriarla hasta 8. La estación -la segunda en Galicia tras la de A Graña- acogerá seis laboratorios de investigación de Ciencias Marinas y espacios de servicio con un laboratorio húmedo, otro seco, una sala de actos y otra de informática. El presupuesto del proyecto, de 2,1 millones de euros -además de otros 361.000 euros destinados a una escollera- fue aportado en un 60% por la Xunta, y el resto por fondos europeos y la propia universidad viguesa.