Asaltan un hipermercado abarrotado de público y se llevan 140.000 euros

Bea Abelairas
Bea Abelairas A CORUÑA

GALICIA

Los atracadores atacaron a dos vigilantes que portaban la recaudación

18 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Una banda compuesta por seis hombres asaltó el centro comercial Carrefour situado en la avenida de Alfonso Molina, en A Coruña, a las 12.30 horas de ayer, cuando el hipermercado estaba abarrotado. Los delincuentes esperaron a que dos vigilantes de seguridad de la firma Prosegur recogieran la recaudación de la caja central y los abordaron en pleno centro comercial, antes de que la trasladaran al furgón blindado que los esperaba en la puerta. Luego salieron corriendo entre la muchedumbre de uno de los pasillos más concurridos y se dieron a la fuga por el acceso principal en dos motos de gran cilindrada. El botín puede superar los 140.000 euros. El suceso conmocionó a los trabajadores del centro comercial y a los clientes y puso en alerta a más de veinte policías que acudieron al recinto para recoger huellas e interesarse por la investigación. Todos se mostraban extrañados de la saña y el descaro con el que actuaron los delincuentes. Sobre las doce de la mañana, tres de ellos estaban ante una cafetería situada entre la fila de cajas de cobro de Carrefour y una salida de incendios del centro que los vigilantes de seguridad usan para acceder al hipermercado. Apoyados en un carro Tres hombres de unos treinta años esperaron en esta zona apoyados en un carrito e incluso llegaron a hablar con una camarera. En cuanto vieron a los dos vigilantes de seguridad se subieron los cuellos a la altura de la nariz y los rodearon. Los testigos del asalto aseguran que en unos minutos redujeron a los dos trabajadores de Prosegur y se hicieron con las bolsas en las que trasladaban el dinero. No les bastó con eso. A pesar de que uno de los vigilantes ya estaba en el suelo, los asaltantes propinaron un golpe en la cabeza con la culata de la pistola a cada uno de los vigilantes. Después salieron corriendo y gritando por el pasillo central sin nadie que los persiguiera, porque los dos agentes de seguridad estaban tendidos sangrando por la cabeza. Uno de ellos incluso llegó a perder el conocimiento durante unos minutos. Evasión a la colombiana A los tres asaltantes se unieron otras dos personas que los esperaban cerca de la entrada principal y que vociferaban para abrirse paso en la zona, abarrotada de clientes. En la calle los esperaba otro miembro de la banda, junto a las dos motos en las que huyeron -tres en cada una- a toda prisa. Aunque los investigadores no descartan ninguna posibilidad -ni siquiera que la acción sea obra del grupo terrorista Grapo- sospechan que la banda de delincuentes puede ser colombiana por la violencia que emplearon en el asalto y el hecho de fugarse todo el grupo en sólo dos motos a las que habían tapado la matrícula con dos trapos negros.