El padrastro de la niña de O Carballiño culpa a la madre de haberla asesinado
GALICIA
La mujer y su ex pareja están acusados de agredir sexualmente a la menor, de cuatro años El fiscal pide más de cien años de cárcel por la muerte de la pequeña Erika en mayo del 2003
17 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Esposados y custodiados por la Guardia Civil, así llegaron ayer al Palacio de Justicia de Ourense los dos acusados del asesinato de una niña de cuatro años en la localidad de O Carballiño. Ella, la madre de la pequeña, y él, la persona con quien compartía techo en el momento de los hechos, son los únicos imputados por el espeluznante crimen. Para ambos solicita el ministerio fiscal penas de 56 y 52 años de cárcel, respectivamente, pero ayer ninguno de ellos reconoció haber sido autor de las brutales agresiones que, con toda probabilidad, propiciaron la muerte de Erika A. El primero en declarar fue el padrastro, Luis Piñón. Con aspecto desaliñado, pelo muy largo y una espesa barba, el acusado aceptó contestar a las preguntas del fiscal y de los dos letrados, pero basó su declaración en culpar a la madre del asesinato. «Eu algunha vez pegueille, pero nunca maltratei á criatura», repitió en varias ocasiones. Admitió haber castigado a la pequeña, dejándola sentada en un baño exterior durante quince minutos, obligándola a morderse un dedo hasta que sintiera dolor, o dándole azotes en los pañales. Con una escoba Piñón negó haber agredido sexualmente a la niña y aseguró que fue la madre de Erika la que le causó las dos grandes heridas que aparecieron en el cuerpo de la pequeña, una en el coxis y otra en la vagina, y que ambos trataron de curar estas lesiones utilizando «pomada, betadine e panos con vinagre», ya que al parecer la pequeña sangraba habitualmente. El padrastro dijo que las heridas se las hizo la madre con el palo de una escoba, y lo único que reconoció fue su responsabilidad en el traslado de la niña, una vez muerta. Afirmó que Ana María la llevó a la habitación después de darle una paliza en el baño y que la pequeña murió en la cama. Después, la mujer se marchó y él cogió a la niña, la metió en una bolsa y la bajó al contenedor de la basura. ?uy diferente fue la versión de la madre de Erika. Ana María García sólo respondió a su letrado y aseguró que la relación de su ex pareja con sus hijos no era buena, lo que hizo que diera marcha atrás en su intención de casarse con él. Sabedora de la existencia de malos tratos hacia los pequeños por parte de su entonces compañero, aseguró que no lo denunció porque estaba amenazada. Eso sí, negó que supiera algo de los abusos sexuales y aseguró que creía a su pareja cuando le decía que las heridas de la niña eran por caídas. La tarde en que ocurrieron los hechos lo dejó a él en casa con la pequeña y se fue al médico, donde le confirmaron que estaba nuevamente embarazada. Al volver, Erika ya no estaba en la vivienda.