Entre los detenidos figura uno de los miembros más jóvenes del clan cambadés de Os Caneos La organización recogía el cannabis en Marruecos para trasladarlo hasta Galicia
27 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Las tupidas redes gallegas especializadas en colocar distintas sustancias psicotrópicas en la calle acaban de recibir su segundo golpe en apenas diez días a manos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la policía nacional. Varios meses de investigaciones han conducido a la caída de una organización que operaba fundamentalmente con hachís y tenía su núcleo central en la villa arousana de Cambados. La policía procedió el lunes a la detención de nueve individuos en las comarcas de O Salnés y Vigo, que ayer comenzaron a pasar a disposición del juzgado de Cambados. A última hora de la tarde, cuatro habían ingresado en prisión mientras que un quinto sujeto quedaba en libertad. Restan, por lo tanto, las declaraciones de los cuatro últimos implicados, que se llevarán a cabo a lo largo de esta mañana. No se descarta que a raíz de ellas se produzcan nuevas detenciones. En cuanto a la identidad de los integrantes de la red, ha trascendido que uno es miembro de la familia Baúlo, más conocida como el clan de Os Caneos, cuyo patriarca fue asesinado a tiros por sicarios presuntamente contratados por sus antiguos socios y aliados, los Charlines, a mediados de los noventa. Se trata de un hombre que ronda los 30 años, una edad semejante a la de uno de los responsables de una céntrica cafetería cambadesa, también detenido en la operación. Registros Los registros domiciliarios dirigidos esta semana por la Udyco han permitido a los agentes incautarse de media tonelada de hachís y diversa documentación, sin que tampoco se descarten nuevas aprehensiones de cannabis. Al parecer, la organización desarticulada disponía de capacidad para recoger el material directamente en Marruecos y en el sur de la Península, para a continuación trasladarlo a Galicia y a otros puntos de España. El perfil de sus integrantes parece responder a un fenómeno en auge en el narcotráfico gallego: la sustitución de los dirigentes históricos por una nueva y joven generación de cabecillas. Según la Fiscalía Antidroga de Pontevedra, se trata de tipos altivos y muy violentos, en fase de consolidación.