«Soy, en el sentido humorístico, un payaso escondido»

Nacho Mirás Fole, nacho.miras@lavoz.es

GALICIA

Peleón y controvertido, se siente capaz de colocar a un equipo de Tercera en Primera en cuatro años; enfadado con la política, dice que muchas de las frases que se le atribuyen son apócrifas

04 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Sus palabras son incendiarias, y a los hechos «me repito»; le llamó al difunto de Jesús Gil, en la cara, «bruto de carne»; y asegura que se le atribuyen demasiadas frases que no le corresponden, como la que encabeza esta introducción. Es José María Caneda Antelo (Amio-Santiago, 1947). Pura raza. -Dice la gente que anda desaparecido... -La que anda desaparecida es la gente. Ando por los mismos sitios, juego la partida en los mismos sitios, voy a trotar a San Lázaro, todo igual. -¿Hace más deporte ahora que cuando era presidente del Compostela? -No, antes siempre tenía una hora, por lo menos, para caminar alrededor del estadio. Y ya que estamos, quiero reivindicar una cosa para los que andamos por allí: hay gente que tiene problemas de diabetes o de retención de orina, y yo reivindico unos servicios debajo de los soportales de San Lázaro para que la gente mayor no se ande escondiendo. ¡Eso quiero reivindicarlo también a través de vuestro periódico! Y una cafetería, por si a alguno le viene un bajón de azúcar. -Ahora que no está en primera línea, ¿a qué se dedica? -A colaborar con Marca en el programa de los miércoles, y a mis negocios, mis cosas. El taller de electricidad lo llevan mi hermano y mi sobrino, lo dejé desde que me operaron de la columna. También está la inmobiliaria, compra y venta de todo lo que haga falta. -Usted mismo dice que Caneda le da «mucho juego» a los periodistas. ¿Por la boca muere el pez? -Yo lo que creo es que tiene que cambiar incluso la forma de informar a la sociedad. También pienso que, si hay un periódico independiente, es La Voz; me lo lleva demostrado muchas veces... -Deje las flores... -No, es verdad, pero la mayoría de la prensa en Galicia está secuestrada, bien por el poder, bien por el capital. -Ya empieza, que nos metemos en un lío... -Es que no hay una libertad de prensa. Yo puedo decir lo que me da la gana porque no me debo a nadie. -¿Qué le pasa con los políticos? ¿No se entienden? -La política, no siendo el veinte por cien, el ochenta por cien restante es un basurero sin reciclar. -¡Si usted también quiso hacer carrera en unas municipales!, me acuerdo. -No, me tentaron. El tema es que me afilié nada más [al PP] y creo que parte del problema viene de ahí. -¿El Compostela le debe dinero? -Me debe 187 millones, lo reconoció un juez. Pero no se fue al tacho por lo que le debía a Caneda. -¿Entonces? -Fue al tacho por una mala gestión de los tres grupos políticos con la gente que estaba puesta ahí en su momento, más bien por el presidente. Pero Santiago es una ciudad que no cree en el deporte. -¿El equipo volverá a levantar cabeza algún día? -Si lo cojo yo, sí. Pero no creo que merezca la pena con los políticos que tenemos. -Se le atribuyen tantas frases hechas «deshechas» que no sé si hacerle un test, si tiene sentido del humor, claro... -Yo soy, en el sentido humorístico, un payaso escondido. -¿Dijo usted: «Estamos de caspa caída»? -Eso es mentira. Se dice «de capa caída». -¡Correcto! ¿Y «adorar» la píldora? Me juran que sí... -Lo digo yo y también algunos intelectuales. -¿«Pataca minuta»? -No, peccata minuta. -Nada, que no lo pillo. ¿Y entre la «espalda» y la pared? -Entre la espalda y la pared puede haber algo. -¿«Rascarse» las vestiduras? -Se dice «rasgarse las vestiduras», pero también se pueden rascar. También es cierto que hay muchas cosas que las digo a propósito.