Septiembre, suma y sigue

GALICIA

TRÁFICO Y VIDA | O |

29 sep 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

CUANDO escribo, a 48 horas del término del mes, la mala estela del tráfico gallego que dejaron los meses de julio y agosto mantiene sus negruras durante todo septiembre. Los 24 accidentes mortales, con 28 personas muertas en Galicia desde el día uno hasta el 28, traducen un aumento porcentual del 14% respecto al mismo mes del año pasado. Y cabe añadir otro dato: de esas 28 personas que perdieron la vida, 12 de ellas tenían una edad comprendida entre los 18 y los 25 años. Nada nuevo, por tanto, en esta historia. Quiere decirse que, en este momento, estamos en la negatividad, bajo forma de inseguridad vial que parece creciente. ¿Habrá remedios? Permítaseme aquí la referencia a un lector asiduo de este espacio, que en ocasiones apostilla con cartas personales, de ordinario -y por fortuna- para manifestar su acuerdo con nuestros criterios. Se trata de un agente comercial de Santiago, viajero constante por toda la comunidad autónoma gallega. Bien, pues al hilo de nuestros últimos comentarios nos referíamos a dos opciones incuestionables, casi diríamos únicas, como alternativas de mejora para el tráfico: la educación cívica -fundamento de la otra educación, la educación vial- y la vigilancia de la circulación. Educación entre la vida familiar y el centro escolar. Vigilancia que alcanzase a toda suerte de vías, como a los centros urbanos, en función de intensidades de circulación, de índices de peligrosidad -medibles- y de índices de accidentalidad, además de otras circunstancias. Vigilancia por agentes especializados. ¿Centenares de agentes? Tantos como sean necesarios para evitar impunidades y como medio esencial para la prevención de las infracciones, que es tanto como decir para evitar la accidentalidad. Esto es costoso, especialmente con la suma de los medios materiales, pero está siendo cada vez más necesario. Y se trata de preservar la vida de las personas.