Un delincuente luso es interrogado en Ourense por el caso Collarte

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GALICIA

El sospechoso, condenado por atraco en el país vecino, fue extraditado y está en Pereiro La desaparición del empresario se investiga con sumarios secretos en Portugal y Galicia

10 ago 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Un ciudadano portugués de 50 años, que cumple condena en el país vecino por un delito contra la propiedad y, al parecer, cuenta con numerosos antecedentes por otras acciones delictivas, declaró ayer en un juzgado de Ourense por su presunta relación con el caso Collarte, aunque no esté suficientemente clara cuál es su participación en el asunto. El delincuente, que se encuentra en la prisión ourensana de Pereiro, fue extraditado desde el país vecino para facilitar su testimonio, sin que, por el momento, se hayan concretado posibles cargos contra él. El implicado niega, al parecer, que conociese a Guillermo Collarte López ni a sus socios. La desaparición del empresario, que se produjo el día 5 de octubre de 1999, es objeto de investigaciones paralelas por parte de la policía portuguesa y de la española. Ambas han pasado por distintos momentos en estos años, si bien, en los últimos tiempos, parecen haber dado sus primeros frutos. Las actuaciones judiciales, tanto en Galicia como en Portugal, se encuentran amparadas por el secreto sumarial, razón por la cual el mutismo es absoluto en todos los medios relacionados con el caso. El hecho de que se haya concedido el traslado de un recluso desde una cárcel portuguesa para declarar en un juzgado de Ourense, es, no obstante, un dato que apunta a la existencia de avances en la investigación y un presumible buen grado de colaboración internacional (policial, fiscal y judicial), que durante los primeros años no había estado tan manifiesta. La hija de Collarte López, que ha sufrido amenazas de muerte, había lamentado en algún momento la lentitud de las investigaciones, quejándose amargamente del perjuicio que suponía la frontera. El empresario había sido víctima de un secuestro durante unas horas el día 12 de agosto de 1998, fecha en la que fue amenazado para que abandonase su actividad en la construcción en las Rías Baixas y en Portugal. La última persona que vio a Collarte con vida fue su socio portugués en una promoción inmobiliaria en Valença do Minho, donde desapareció.