El joven asesinado en el Miño en diciembre fue víctima de una guerra por controlar la prostitución rumana

La Voz E. V. P. | VIGO

GALICIA

24 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Un golpe policial a la mafia rumana de la prostitución y de la clonación de tarjetas en Valencia, que se saldó con 22 detenidos, ha permitido esclarecer el asesinato de un miembro de dicha red en la orilla portuguesa del río Miño. El cadáver apareció el pasado 2 de diciembre dentro de un contenedor frigorífico, bajo el nuevo puente internacional que une Valença do Minho con Tui. La víctima estaba maniatada y tenía piedras atadas al cuello. La policía cree que el fallecido es Lucian Mihai Ispas, quien era investigado como miembro de dicha red. Todo apunta a que sus propios compañeros lo asesinaron en una disputa por el control de la explotación de menores rumanas en España. Los líderes de la banda fueron arrestados hace tres días en Valencia. Se trata de los hermanos Alex, con pasaporte checo a nombre de Petr K., y Nicusor D, alias Marius o Grasu, quien se hacía pasar por un ciudadano alemán llamado Benbedeck Mianov. Se les atribuye falsificación de documentos de identidad de la UE, viaje, permisos de conducir españoles, contratos, nóminas, certificados de antecedentes penales y alteración de tarjetas de crédito. La policía registró siete domicilios y halló una microcámara con grabación a distancia que, supuestamente, adosaban a los cajeros. Entre los 22 detenidos figuran 18 rumanos, una colombiana, un argelino, un alicantino y un valenciano. La investigación se remonta al 2003, tras la denuncia presentada por una rumana de 15 años que fue hospitalizada en Murcia tras ser explotada sexualmente 12 horas diarias por una mafia especializada en introducir ilegalmente mujeres en España. La red proporcionaba documentación falsa a sus víctimas, la mayoría de 15 a 17 años, a las que reclutaban en las regiones más pobres de su país. Eran obligadas a prostituirse en clubes de alterne de Galicia y la costa del Mediterráneo. La pista gallega En el 2004, la policía detuvo en Santiago de Compostela y Murcia a un total de 25 personas implicadas en la red. Estaban acusadas de delitos de asociación ilícita, favorecimiento de la inmigración ilegal, relativos a la prostitución, falsificación de moneda y homicidio. Los arrestos en Galicia y el cadáver de Valença condujeron hacia los líderes de la banda, quienes operaban desde Alicante, y los expertos en falsificar documentos, que residían en Valencia. Otra investigación de delitos económicos en Santander localizó a los responsables de falsificar y clonar tarjetas de crédito. La operación concluyó el pasado miércoles. Intervinieron las brigadas centrales de Extranjería y Udev, y agentes de Valencia, Murcia, Alicante y Santander.