Cinco países se oponen a la prórroga del Fondo de Cohesión para España

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro CORRESPONSAL EN BRUSELAS

GALICIA

OLIVIER HOSLET

El primer intento de pactar un marco presupuestario de la UE se salda con airadas críticas Galicia perdería unos 1.000 millones de euros con la supresión de estas ayudas

25 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Pese a que no se habla todavía de cifras redondas, el que más o el que menos despachó con críticas airadas el primer intento de negociar las futuras ayudas de la Unión Europea (UE). Cinco países, capitaneados por Alemania, se mostraron ayer diametralmente opuestos a que España obtenga una prórroga de dos años más para el Fondo de Cohesión, el instrumento financiero del que dependen el 20% de las ayudas europeas que recibe Galicia, es decir, en torno a 1.000 millones de euros entre el 2000 y el 2006. El texto puesto sobre la mesa por la presidencia luxemburguesa de la UE para abrir la negociación financiera del período 2007-2013 no ha gustado a casi a nadie. Los países contribuyentes netos -que aportan a las arcas comunitarias más de lo que reciben- creen que aún contiene un nivel de gasto elevado, mientras los nuevos socios del Este se rebelaron en bloque contra las intenciones de limitar al 3% de su Producto Interior Bruto (PIB) las ayudas europeas que pueden recibir. Incluso así, el documento redactado por Luxemburgo hacía una importante concesión a España, al reconocer por primera vez que será uno de los países que más ayudas europeas perderán en el próximo período presupuestario, una merma que se situaría entre los 20.000 y los 41.000 millones de euros, según algunos estudios. Es por esta razón que la presidencia de la UE planteó la posibilidad de que España obtenga un período transitorio de dos años para el Fondo de Cohesión, con lo que podría retener este tipo de ayudas durante los ejercicios presupuestarios del 2007 y el 2008. Pero Alemania, al igual que Dinamarca, Suecia, Holanda y Austria, se opusieron ayer de forma contundente a esta contraprestación, mientras otros contribuyentes netos, como Francia y el Reino Unido, adoptaron posturas más discretas en la reunión de ministros de Exteriores celebrada en Luxemburgo. Eso no impidió que el representante francés, Michel Barnier, recordase ante los periodistas que la prórroga de dos años ofrecida a España carece de base legal. «Las ayudas transitorias decrecientes por el efecto estadístico no están previstas para el Fondo de Cohesión», recalcó Barnier. Reserva general El documento de negociación de la presidencia tampoco hizo sonreír a la Comisión Europea, que mantiene una reserva general sobre el mismo por entender que está incompleto. Es más, la eurocomisaria de Presupuestos, la lituana Dalia Grybauskaité, no dudó en tachar la oferta de «provocativa», aunque sobre el asunto que más interesa a España, el presidente del Ejecutivo, el portugués Durão Barroso, se mostraba más conciliador al señalar que no tiene «objeciones» a la propuesta de prorrogar el Fondo de Cohesión. Y es que aunque Bruselas defiende «que hay que responder a las prioridades y necesidades de los nuevos países», Barroso entiende que «los Estados de la UE a Quince, sus regiones, no deberían tampoco perder de manera demasiado brusca la solidaridad de la UE», una declaración que es un auténtico guiño a su país natal, pero también a los territorios que se benefician de las políticas de convergencia, como Galicia, que del 2000 al 2006 obtendrá 5.080 millones de euros.