Un conductor de Oza dos Ríos chocó en junio del 2002 contra un jabalí que cruzó la calzada de izquierda a derecha, en el kilómetro 12,5 de la autopista AP-9, a la altura del municipio de Cambre. Por estos hechos, el Juzgado de Primera Instancia número 8 de A Coruña ha condenado a Autopistas del Atlántico (Audasa) a abonar al conductor 4.324,65 euros, en concepto de arreglo del coche, de los gastos ocasionados por el alquiler de otro turismo para desplazarse diariamente a su puesto de trabajo en A Coruña y de los intereses. El juez estima que la explotación de la autopista lleva aparejado, como contrapartida al pago del peaje, garantizar al usuario la prestación del servicio en condiciones de normalidad y suprimiendo cualquiera de las causas que puedan originar molestias, incomodidades, inconvenientes o peligrosidad. Además, considera que Audasa no acreditó convenientemente haber adoptado todas las medidas necesarias para evitar que el jabalí accediera a la autopista. La sentencia recoge que el accidente se produjo cerca de una vía de acceso libre a la AP-9, sin que existan controles que impidan la irrupción de animales en la calzada, y añade que las revisiones de la valla no se realizan minuciosamente. Señala que en algunos puntos la vegetación lo impide y considera insuficiente que los operarios hagan la comprobación desde un vehículo en marcha. Las arcas de Autopistas «Si la entidad concesionaria extrema su control para impedir el acceso de vehículos sin abonar el correspondiente peaje, mirando así por sus arcas, igualmente debe poner el mismo celo para controlar el acceso de animales, que si bien no abonan peaje y no nutren su caja, sin embargo son susceptibles de poner en peligro bienes mucho más importantes como son la vida y la integridad física de los confiados usuarios de la autopista», recoge el fallo. El conductor también había demandado a la Sociedad de Caza, Pesca y Protección de la Naturaleza del Concello de Cambre, que es la que tiene el derecho de explotación cinegética de los terrenos cercanos a dónde se produjo el choque, porque se estimaba que el jabalí procedía de ese coto, aunque finalmente se consideró que no tiene responsabilidad. En la fecha en la que se produjo el accidente, la sociedad de caza sólo tenía reconocido el aprovechamiento cinegético en régimen de coto privado de caza menor, por lo que, al ser el jabalí caza mayor, desde el juzgado se considera que no puede imputársele responsabilidad alguna. Posteriormente, se constató que la sociedad de Cambre tenía en esa fecha concedido el Tecor que le autorizaría al aprovechamiento de la caza mayor, pero fue informado de este hecho por la Xunta con posterioridad a que se produjera el accidente. La sentencia da a Audasa la opción de recurrir, aunque desde la compañía no se pudo precisar ayer si se inclinarán por esa vía jurídica.