Detenido BTK, asesino en serie

La Voz

GALICIA

LARRY SMITH

El mundo a los cuatro vientos Ata, tortura y mata. Con las iniciales de esas palabras montó su sobrenombre Dennis Rader, al que la policía responsabiliza de al menos diez muertes desde 1974

27 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Dennis Rader quería que su nombre apareciera en las primeras páginas de los periódicos de todo el país. Que su rostro ocupara los telediarios. Y lo ha conseguido 30 años después. Rader fue detenido el viernes acusado de ser el temido BTK, un asesino en serie que atemorizó a la población de Wichita, Kansas, en los años 70 y 80. Su afán de notoriedad le ha llevado, al fin, a la cárcel. La policía le responsabiliza de, al menos, diez muertes. La historia de BTK -sobrenombre que él mismo se puso y que responde a las iniciales de bind, torture y kill (ata, tortura y mata)- comienza en 1974 con el estrangulamiento de Joseph Otero, su mujer Julie y sus dos hijos. Entre esa fecha y 1986 mató a otras cuatro personas. Tras unos años desaparecido, volvió a dejar su huella en otros dos asesinatos, el último cometido en 1991. Las muertes conmocionaron a la localidad de Wichita, de 350.000 habitantes, y desquiciaron a la policía, incapaz de descubrir al asesino, que además les desafiaba escribiendo cartas a los medios en los que daba pistas, mandaba joyas de sus víctimas y amenazaba con seguir matando. En una de ellas preguntaba: «¿Cuántas personas más tengo que matar antes de que mi nombre aparezca en los periódicos y reciba atención nacional?» BTK dejó de mandar las misivas a finales de los años 70, pero resurgió de nuevo hace un año en una carta al periódico local en la que daba detalles sobre una muerte ocurrida en 1986 y que no había sido resuelta. Como en las anteriores, daba pinceladas sobre su identidad y, además, incluyó la licencia de conducir de la asesinada. Tras anunciar el sábado su detención, la policía no ha dado más información sobre la operación, aunque la gobernadora de Kansas, Kathleen Sebelius, apuntaba que la obtención y comparación de muestras de ADN recogidas estos años había sido la clave. Una de ellas era de su hija Kerri. ? A la espera de que sean anunciados los cargos que se le imputan, las autoridades dan el caso por cerrado. «En resumidas cuentas: BTK ha sido arrestado», dijo el jefe de Policía de Wichita, Norman Williams, en una conferencia de prensa a la que asistieron familiares de las víctimas. Rader, empleado municipal de 59 años, casado y con dos hijos, era un vecino normal, que dirigía un grupo de Boy Scouts y era un miembro activo de la iglesia luterana de Park City, donde residía. Y aunque algunos dicen ahora que era a veces un poco raro, nadie sospechó nunca de él. Ni siquiera cuando su nombre apareció entre los posibles sospechosos después de que la policía creyera que el asesino era un hombre blanco licenciado por la Universidad de Wichita a finales de los 70, como Rader.? Lo que todo el mundo se pregunta ahora es por qué BTK decidió en marzo volver a la escena pública. Richard LaMunyon, que siguió de cerca el caso como jefe de policía de la ciudad entre 1963 y 1989, señaló tras conocer la noticia que «es posible que algo en su vida haya cambiado. Creo que sintió la necesidad de que su historia saliera por fin a la luz». Mientras está recluido en paradero desconocido, si es encontrado culpable de todos los asesinatos, Rader se enfrenta a la cadena perpetua. Se libra de la pena de muerte porque ésta no estaba vigente cuando sucedieron los crímenes.