Niebla y accidentes

GALICIA

TRÁFICO Y VIDA | O |

12 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

NO, NO HA SIDO la niebla causa eficiente del accidente de hace unos días en la autovía A-6, en el término de Guitiriz, con implicación de dieciocho vehículos. La niebla estaba allí, avisadora de precauciones y amenazadora de daños. Ocurre que bajo su capa se produjeron algunos errores de conducta a bordo de automóviles, por acción o por omisión¿ Ante tal episodio, el recurso a la norma lleva hasta el genérico mandato de la «precaución necesaria», pero sirve para recordar otro más preciso, y ya eliminado del texto legal vigente, que impone «conducir con la diligencia y precaución por el tiempo», que se contenía en el viejo Código de la Circulación, dictado para el conductor que hubiera de enfrentarse a lances como el de Guitiriz; allí se le imponía la obligación de «moderar la marcha, y si preciso fuera detenerla¿ cuando las circunstancias del tráfico lo impongan», citando expresamente «los casos de niebla densa o copiosa lluvia y al anochecer». He aquí una rotunda opción por la prudencia. Y en esta misma invocación a la norma de ayer no es inoportuno traer a colación otra cita, ésta del manual de seguridad vial del Reino Unido, intemporal y permanentemente vigente en su proyección práctica. Cuando se refiere a «condiciones meteorológicas y visibilidad», explica que «la niebla no sólo representa una frustración, sino que es una de las condiciones meteorológicas que más peligros encierran para la circulación, porque un accidente de un vehículo puede multiplicarse rápidamente, implicando a otros muchos». ¡Ah!, el autor del universal manual no estaba en Guitiriz.