Galicia afronta esta madrugada las horas críticas de la ola de frío ártico

Montse Carneiro REDACCIÓN

GALICIA

Toda la comunidad quedará convertida en una pista de hielo con mínimas de hasta -6 grados El riesgo de lluvias, que se convertirán en nieve por encima de los 500 metros, se reduce el miércoles.

23 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

El frío ártico que invadirá la Península en las próximas horas dará lugar en Galicia a intensas heladas y temperaturas muy bajas, pero en ningún caso a nevadas copiosas. Se trata de una masa de aire seco procedente de las latitudes más septentrionales del continente europeo y con un contenido de humedad tan bajo que el riesgo de precipitaciones quedará reducido al efecto que puedan desencadenar los vientos tras su paso por el mar Cantábrico. Hoy, calma Por el momento, y a diferencia de lo que está ocurriendo en las comunidades del este español donde la irrupción del aire ártico ya ha comenzado, Galicia sigue disfrutando de una situación anticiclónica de cielos casi despejados. Tras el paso de un frente frío en la jornada de ayer que provocó lluvias débiles en las provincias de A Coruña y Lugo, la calma volverá a restablecerse hoy en todo el territorio, sólo menguada por los vientos fuertes del Nordés que soplarán en el borde atlántico. Las temperaturas máximas todavía subirán a 12 grados y las mínimas no bajarán de 0, salvo en puntos aislados del interior. Madrugada gélida Será la próxima madrugada cuando Galicia sucumba a la ola glacial. En ese momento, cualquier punto de Lugo y Ourense situado a 1.500 metros de altura rozará los -6 grados. Ribadeo, al nivel del mar, pasará la noche a 0; A Coruña, Ferrol, Pontevedra y Vigo registrarán mínimas de 2, y en núcleos del interior como Lalín, Lugo, Monforte o Verín los termómetros caerán a -5 grados. Con semejantes valores y los cielos prácticamente despejados, toda Galicia quedará convertida en una pista de hielo. De ahí la alarma. A falta de nubes que lo frenen, el aire ártico embolsado en las capas medias de la atmósfera podrá bajar a la superficie, depositándose en forma de placas de hielo. Mañana amanecerá con esas condiciones y con un factor añadido que contribuirá a mantener los niveles de riesgo: la lluvia. Será escasa y apenas persistirá durante la tarde, pero la temperatura ambiente continuará siendo lo suficientemente baja para que el agua se transforme en copos de nieve por encima de los 500 metros de altura, o en agua nieve por debajo de esa cota. Más allá del jueves, el tiempo en Galicia seguirá caracterizado por el frío y las heladas, aunque ya sin lluvias. Mientras el anticiclón que envía la masa ártica no haga amago de moverse, los vientos seguirán soplando en la misma dirección y transportando el mismo aire helado. Y por el momento, las altas presiones permanecen estacionarias al oeste de Irlanda con 1.045 milibares de presión. El pasillo del Nordés que forma con la borrasca del Mediterráneo quedará inalterable, y según los últimos pronósticos, no será hasta finales de semana cuando la masa ártica se decida a abandonar el país. Situación «de libro» Que esto ocurra a finales de enero y sólo un mes después de otra invasión similar, aunque aquella procediera de regiones marítimas y dejara importantes nevadas, no reviste ninguna gravedad. De hecho, según valoraron ayer los meteorólogos, la situación «es de libro». Lo que no es tan habitual en Galicia es la frecuencia del Nordés, en pleno invierno, ni el empeño del anticiclón por subir a sus lugares de veraneo. Los vientos del Suroeste que definen el clima gallego, nadie sabe hasta cuándo, parecen haber abandonado la comunidad desde octubre. Y sin ellos, el regreso de la lluvia es imposible.