Los socialistas intentan que BNG y CiU retiren sus vetos en el Senado

La Voz LA VOZ | REDACCIÓN

GALICIA

Ricardo Varela invita a Quintana a respaldar los Presupuestos del 2005 y alejarse del PP La Entesa Catalana pacta 52 millones más de inversión para la comunidad en la Cámara Alta

30 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

El PSOE no da por perdida la batalla de los Presupuestos en el Senado, después de que el PP y los tres partidos nacionalistas BNG, PNV y CiU presentaran el lunes sus respectivos vetos a las cuentas del próximo año. Debido a que al PP sólo le faltan en la Cámara Alta cuatro senadores para la mayoría absoluta, los Presupuestos podrían devolverse al Congreso por vez primera en 25 años de democracia si alguno de los tres partidos nacionalistas apoya el veto de los populares o si éstos respaldan los de PNV o CiU (en el caso del BNG no bastaría con el apoyo del PP al contar con un único senador). Ante una situación que podría minar al Gobierno, los socialistas gallegos y catalanes volvieron ayer a invitar a las formaciones nacionalistas que integran Galeusca para que retiren sus vetos. El secretario general del PSdeG, Ricardo Varela, afirmó que los socialistas seguirán trabajando para acercar posiciones con el BNG. En un comunicado, Varela demanda al Bloque responsabilidad para «comprometerse en la línea de progreso y de desarrollo en la que trabaja el PSOE». Los socialistas sostienen que los Presupuestos «abren posibilidades al desarrollo de Galicia, suponen un espacio de esperanza y oportunidad para la resolución de los grandes temas pendientes y permiten a la Comunidad dar un salto cualitativo en materia social». 900 millones Sin embargo, las tesis del BNG y del PSOE están separadas por casi 900 millones, que es la cifra extra de inversión que demandó el Parlamento gallego con los votos de PP y nacionalistas para el cumplimiento del Plan Galicia. Con el fin también de que CiU retire su veto, el portavoz parlamentario del PSC, Miquel Iceta, afirmó ayer que la formación de Artur Mas y Duran hará un «mal servicio» a Cataluña, que será la «gran perjudicada». El argumento de Iceta se fundamenta en que el veto impedirá que el Senado apruebe una enmienda del PSC, a través de la Entesa, para aumentar en 52 millones las inversiones del Estado en Cataluña.