¿Autovía del Cantábrico?

GALICIA

25 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

SEMEJANTE TÍTULO, en interrogantes, es oportuno si se tiene en cuenta el estado actual de la autovía cantábrica a su paso por Galicia. Los tramos últimos de su recorrido a través de la costa norte avanzan, tal vez lentamente, hasta su término. Uno mismo es testigo de que la necesaria variante de Navia -en cuya travesía el tráfico llega tantas veces al colapso- va alargando su impresionante viaducto sobre la ría, con calma de obra, pero no sin persistencia. A partir del puente de los Santos, el previsto tramo gallego duerme en el tiempo. Los medios de comunicación, hace algún tiempo ocupados en el asunto, parecen haber rebajado su importancia. Este mismo diario anunciaba el 18 de octubre del 2003 el arranque de las obras en ese primer tramo gallego de Reinante a a Ribadeo, partiendo de aquel puente que decimos, línea divisoria entre nuestra comunidad y la asturiana. Uno, viajero impenitente entra las dos regiones, puede afirmar que tales obras no se intuyen. No es una obra más. También en este diario, el 9 de noviembre de 2003 se recordaba que «la Transcantábrica garantizará a Galicia que su salida natural hacia Francia y Europa, por el norte de España, cruzando Asturias, Cantabria y el País Vasco, pueda realizarse íntegramente por una carretera de gran capacidad». En uso ya las vías básicas vertebradoras de Galicia norte-sur y este-oeste, a través de vías de primer rango, resta el nexo entre nuestra tierra y las áreas occidentales europeas, el ámbito del progreso socioeconómico. Y no hemos hecho alusiones a la seguridad vial, pero baste hoy con decir que, en este orden, la prioridad por la autovía saltaría todas las barreras de la urgencia. Esa vieja diagonal que parte de Barreiros hasta Baamonde tiene todos los registros de la accidentalidad.