Los duques de Lugo ganan el jubileo

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capéans SANTIAGO

GALICIA

Crónica | La familia real en Galicia La infanta Elena, Jaime de Marichalar y sus hijos asistieron a misa en la catedral de Santiago y disfrutaron del San Froilán.

09 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

En el maletero del todoterreno que conducía Jaime de Marichalar estaba todo preparado para la caminata. Cayados, sombreros, calabazas y capas para recorrer un par de kilómetros de la Ruta Xacobea a su paso por el municipio de O Pino. Pero hacerlo no sólo hubiera sido incómodo por el viento y la lluvia, sino que se podría considerar una temeridad. «Una lástima de tiempo», se le oyó decir a la infanta Elena. La familia prefirió quedarse en el Hostal dos Reis Católicos hasta el mediodía, hora en la que el presidente de la Xunta y el alcalde de Santiago les esperaban en la puerta de la Acibechería para asistir a la Misa del Peregrino, ganando así el jubileo. Todo resultó un poco caótico. Las entradas estaban bloqueadas, caían jarros de agua y los peregrinos y turistas querían pasar al interior a toda costa, por lo que las medidas impuestas por la seguridad de la Casa Real volvieron a calentar los ánimos, como ocurrió el viernes. La ceremonia, celebrada por el arzobispo Julián Barrio, fue larga como pocas en este año santo, pero tuvo un animador de excepción: el infante Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y de Borbón. Estuvo un poco más pacífico que en la boda de su tío, pero inquieto en cualquier caso. Sólo el sonido del órgano barroco y las partes cantadas de la misa lograron entretener al primogénito. Froilán y Victoria Federica Y por supuesto, el botafumeiro: Froilán y su hermana Victoria Federica (que no paró de jugar con un par de calcetines que llevaba en la mano) se pegaron como lapas a su padre y a su madre respectivamente para ver el vuelo del incensario con un poco de temor asomado en los rostros. Al acabar, nuevo baño de masas y de lluvia, y sin tiempo para nada más salieron hacia Lugo, parando en una casa rural de Palas de Rei para comer. Ya en la capital lucense, la gente aguantó la lluvia y la media hora de retraso para darles la bienvenida en la plaza Maior. Fueron recibidos en el Concello, donde obsequiaron a Froilán y Victoria Federica con sendos trajes tradicionales. La jornada concluyó con una cena en un restaurante de Nadela.