Un velero encalla en uno de los puntos negros de la Costa da Morte

La Voz LA VOZ | CARBALLO

GALICIA

Xesús Bua

El «Sabre RGYC» varó en la Punta da Barca, una zona que acumula varios naufragios mortales El único tripulante del yate, un inglés de 64 años, fue rescatado por una cadena humana

15 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

?n las costas de Muxía, a menos de veinte millas de la zona en la que se hundió el O Bahía y donde aún trabajan los buzos en las labores de rescate, un nuevo incidente estuvo a punto de sumarse ayer a la crónica negra de la Costa da Morte. Un pequeño velero, con un único tripulante a bordo, encalló en la Punta da Barca, una zona rocosa en la que han perdido la vida decenas de marineros gallegos en las últimas décadas. La alarma saltó en la noche del lunes al martes, cuando un percebeiro que hacía guardia por tierra en busca de furtivos decubrió un pequeño velero, el Sabre RGYC , que se debatía entre las olas y las rocas. El mar permitió esta vez que el navío se posase sobre las rocas y que su único navegante, Stephen Ellis, pudiese llegar a tierra firme. El veterano marino inglés de 64 años se dirigía hacia Gibraltar dentro de una singladura que comenzó hace siete días en Inglaterra y tenía previsto recalar en Camariñas si los vientos complicaban la travesía. Sin embargo, al doblar cabo Vilán se topó con las rocas de la Punta da Barca y poco pudo hacer para evitar el choque. Allí lo localizaron los percebeiros muxianos poco antes de la medianoche y, aunque en un principio Ellis se negó a abandonar el yate, consiguieron convencerlo del peligro que corría si se obstinaba en permanecer en el barco. Gracias a una cadena humana formada por los percebeiros y miembros de la Guardia Civil y Protección Civil pudieron llegar hasta la embarcación y sacar al único tripulante de una zona que acumula un trágico balance. En 1954, el capitán y los diez marineros del Mina Sorriego perdieron la vida en un naufragio en la zona. Sólo 12 años después, los once tripulantes del José Antonio Lasa corrieron idéntica suerte. Uno de los últimos episodios de esta singular crónica negra ocurrió en 1991, cuando cinco de las ocho personas que iban a bordo del La Xana murieron en un naufragio en esa zona. Noche en equilibrio El velero permaneció toda la noche en equilibrio sobre una roca hasta que a las dos de la tarde de ayer, los miembros de Protección Civil, con la ayuda de los percebeiros y una de sus embarcaciones, pudieron aprovechar la marea alta para sacar el Sabre RGYC de la zona en la que estaba encallado y remolcarlo hasta el puerto de Muxía.