La ministra de Fomento dice que el Plan Galicia es un «engaño a los gallegos»

S. Lorenzo / F. Espiñeira SANTIAGO / A CORUÑA

GALICIA

Acusa al PP de usarlo como «señuelo electoral» y promete cumplir todos los compromisos con la comunidad Álvarez reprocha a Fraga «mala fe» y falta de lealtad por las críticas al Gobierno central

07 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, acusó ayer al PP en A Coruña de utilizar el Plan Galicia como un «señuelo electoral» que los populares están utilizando para «engañar a los gallegos». En su primer viaje oficial a Galicia desde que el pasado 18 de abril juró el cargo, la ministra encargada de garantizar las inversiones que el Estado tiene pendientes en esta comunidad se mostró muy molesta por la posición reivindicativa de la sociedad gallega ante la falta de compromisos concretos por parte del Gobierno de Zapatero. Álvarez echó un jarro de agua fría sobre las expectativas suscitadas por su visita y anunció un nuevo plan «antes de fin de año». La responsable de Fomento avanzó que el Ejecutivo central ejecutará su propio Plan Galicia, no el que aprobó el Consejo de Ministros en el palacio de María Pita en enero del 2003, que, reprobó, «era malo, porque carecía de financiación y plazos». Frente a ese «engaño» electoralista, Álvarez sólo adelantó que el nuevo «plan estratégico» en el que trabaja el Gobierno incluirá «datos concretos». «Me comprometo públicamente a ejecutar el Plan Galicia, pero no el virtual, sin dinero ni fondos, que ha dejado mi antecesor (Álvarez Cascos) y que más parece una carta a los Reyes Magos que de poco sirve», proclamó la ministra. Raíces gallegas y traición Magdalena Álvarez fue especialmente crítica con la actitud de Manuel Fraga y del conselleiro Alberto Núñez, a los que atribuyó una «campaña de desinformación». Reprobó que desde la Xunta «no ha habido juego limpio ni una información real ni leal». La ministra alegó que el Gobierno lleva un mes y medio en activo y que «es muy difícil desbloquear en tan poco tiempo el retraso de ocho años», en clara referencia a los dos mandatos del PP en la Moncloa. Pero ese «poco tiempo» sí ha sido suficiente para que el Ejecutivo acelere las gestiones para saldar una deuda histórica de 2.500 millones con Andalucía. Álvarez arguyó que le duele que se diga que ha ido a Andalucía «a prometer las obras que aquí no se hacen con el dinero del Plan Galicia». Subrayó al respecto que nunca traicionaría sus raíces: «Aunque no se note por mi acento, mis abuelos son de Folgoso do Caurel», dijo. La ministra negó que se hayan paralizado obras, como el viernes denunció Feijoo: «El conselleiro y Fraga tendrán que explicar el conflicto institucional con el PP para que no se haya hecho nada más, porque nosotros no hemos paralizado nada». Supeditó la financiación del puerto exterior al «modelo final elegido para el morro». Alberto Núñez observó que la ministra vuelve a perder la ocasión de poner plazos al AVE y a las autovías y abre otra interrogante sobre el puerto exterior. «O de Cataluña e Andalucía corresponde á España plural, pero o de Galicia son plantexamentos electoralistas», objetó el conselleiro. Fuentes de Presidencia de la Xunta calificaron de «insólitas e irrespetuosas» las declaraciones de Álvarez.