Francia rechaza el plan de España para que se reconozca el gallego en la UE

La Voz LA VOZ | REDACCIÓN

GALICIA

La propuesta defiende el empleo de idiomas no oficiales en las relaciones con Europa Moratinos informó de la «reacción favorable» de la Presidencia de turno irlandesa

10 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

La propuesta del Gobierno español para el reconocimiento del gallego, el catalán y el vasco en el seno de la Unión Europa ha provocado reacciones encontradas entre los países miembros. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, informó ayer de una «primera reacción favorable» por parte de la Presidencia de turno irlandesa, mientras su homólogo francés, Michel Barnier, evidenciaba la resistencia de su país a abordar la iniciativa española, subrayando la necesidad de «evitar que se reabran asuntos difíciles» en el tramo final de las negociaciones de la Constitución europea. El jefe de la diplomacia gala pidió a los estados de la UE que sean «muy prudentes» en cuestiones relacionadas con el régimen lingüístico, un asunto espinoso para Francia, ya que, de prosperar la medida, tendría que enfrentarse en su propio territorio a los ciudadanos que reivindican un mayor papel del bretón o del vasco. Objetivos La solicitud del Gobierno de Zapatero persigue dos objetivos mediante la modificación de sendos artículos del Tratado Constitucional; el primero, que la Carta Magna europea se edite en las tres lenguas cooficiales de España; y el segundo, que los ciudadanos gallegos, vascos y catalanes puedan utilizar sus respectivos idiomas en sus relaciones con la Administración de la UE. La propuesta no incluiría la traducción de todos los documentos de la Unión a estas lenguas, según apuntó ayer el cabeza de lista del PSOE a las elecciones europeas, Josep Borrell, ni su equiparación al estatus del que goza el gaélico o irlandés, uno de los 21 idiomas oficiales de la UE, pero ausente de la relación de «lenguas de trabajo» susceptibles de emplearse en las intervenciones ante la Eurocámara o en las reuniones de los Consejos de Ministros. Actualmente, el régimen lingüístico de la Unión Europea es un conjunto de fórmulas que varía según las instituciones. Así, a pesar de la consideración de 21 idiomas auténticos, el reglamento del Consejo establece las denominadas «lenguas oficiales y de trabajo». Por su parte, la Comisión, el Parlamento y las demás instituciones tienen sus propios regímenes, que no siempre coinciden con los del Consejo. La solicitud española será debatida en el Consejo que los ministros de Asuntos Exteriores de los Veinticinco celebrarán el 17 y 18 de mayo en Bruselas, en el que se intentará avanzar en la preparación del texto constitucional.