Rajoy llama al orden a los dirigentes del PP que rompen su campaña tranquila

GALICIA

El candidato forzó a Trillo, García Valdecasas y Valcárcel a pedir públicas disculpas por sus últimos desatinos El candidato admite que ya tiene en mente los ministros que no seguirán.

24 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

El enfado en Rajoy es ya público y notorio. La campaña tranquila y de propuestas se le está torciendo, y no precisamente por su culpa. La gota que ha colmado el vaso han sido las declaraciones del presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que aseguró que Pasqual Maragall «bebe muchos hectolitros de vino al día». Fuentes del PP no ocultan su preocupación por los últimos desatinos de varios dirigentes del PP, a los que Rajoy ha llamado al orden. En los últimos días el candidato ha dedicado más tiempo a apagar fuegos originados en su propio partido que a su programa o al PSOE. Primero fue la inesperada incursión de Aznar reconviniendo a Rajoy por no cargar las tintas contra Zapatero, lo que dio la impresión de que el presidente le tutela. Luego, las ocurrencias de Trillo de ofrecer un euro para que no le pregunten sobre Irak y de asegurar que le hubiera gustado «tomar Perejil» hace 8 años. Y el lunes, la ministra de Administraciones Públicas, Julia García Valdecasas acusó al PSOE de pactar con «asesinos». Estos despropósitos han causado malestar no sólo en Rajoy, sino también en el presidente del PP catalán, Josep Piqué, que ayer exigió a Valcárcel que «rectifique sus palabras y pida disculpas». Piqué resumió el sentimiento generalizado en el entorno de Rajoy cuando afirmó que «los políticos no estamos para generar problemas sino para solucionarlos», por lo que pidió «un poco de tranquilidad». Desde Génova se diferencia entre lo dicho por Valdecasas, que se considera un «lapsus», o la broma de Trillo sobre el euro, a la que no dan demasiada importancia, y las alusiones de Perejil o a la supuesta afición a la bebida de Maragall, que se juzgan muy graves. Todos los implicados han pedido disculpas a instancias de Rajoy, que telefoneó personalmente a Trillo para pedirle explicaciones por sus palabras sobre Marruecos que otros dirigentes del PP como Esperanza Aguirre tacharon directamente de «gilipollez». Valcárcel incluso pidió ayer disculpas a un imitador que se hizo pasar por Maragall en un programa humorístico de radio catalán. En el PP se considera también grave que Trillo dijera que las responsabilidades políticas se depurarán el 14-M porque ese es el argumento que utiliza Carod Rovira para justificar su entrevista con ETA. Los últimos traspiés llegan además en un momento en el que Rajoy y Elorriaga habían logrado imponer su criterio de campaña sosegada frente a los asesores de Aznar que reclamaban virulencia. Ayer, Rajoy no ocultó su contrariedad por los últimos incidentes e incluso admitió que igual que ya tiene pensados algunos ministros si gana las elecciones, también tiene en mente a otros que no van a serlo. Aunque la periodista María Teresa Campos le sugirió los de Cascos y Trillo, Rajoy no dio ningún nombre.