Hallan en Luarca el cuerpo del joven ahogado en Valdoviño

Ana Balseiro / F. Varela LUARCA / FERROL

GALICIA

Desapareció el 26 de abril cuando practicaba pesca submarina Un tatuaje en el hombro sirvió para identificar al deportista de Narón

12 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

?l cadáver de Roberto Carlos Fernández Paz, el buceador desaparecido en la costa de Ferrol hace 17 días, fue recuperado ayer en la costa astuariana a la altura de Cadavedo. Un pesquero con base en Luarca lo halló flotando a tres millas aguas adentro, cuando regresaba de faenar. El patrón pasó aviso a la Cruz Roja del Mar, que envió la lancha El Fonmar para recogerlo. El traje de neopreno que vestía el buceador permitió que su cuerpo se encontrase en buen estado de conservación. Los vientos La identificación fue rápida debido a que Roberto Carlos tenía un tatuaje con la figura de un caballito de mar en su hombro derecho, por lo que es posible que no sea necesario recurrir al análisis del ADN. Se estima que tras su muerte -cuando practicaba pesca submarina en los acantilados de Valdoviño- los vientos del cuadrante sur dominantes la semana siguiente a su desaparición arrastraron el cuerpo hacia el norte hasta superar Estaca de Bares. Luego rolaron al norte, por lo que lo aproximaron a la costa asturiana. Cuando el médico forense y el juez de guardia en Luarca se hicieron cargo del cadáver, el buceador tenía todavía el cinturón con lastres de plomo, las aletas y el traje de neopreno que facilitó su flotabilidad. También mantenía sujeto el tubo de respiración en la boca, pero no portaba la boya señalizadora ni el fusil, que ya había sido localizado en los acantilados donde desapareció el joven. A última hora de la tarde de ayer el médico forense del hospital comarcal de Jarrio practicó la autopsia que confirmó la muerte por ahogamiento. Futbolista Roberto Carlos Fernández Paz tenía 21 años y era muy popular en O Val (Narón), donde vivía en su casa paterna. Había sido jugador de fútbol en el equipo juvenil de la zona y actualmente militaba en el Valdoviño. A la casa familiar de Baltar, en lugar de O Casal, se trasladó ayer el presidente de la asociación vecinal de la zona para expresar su condolencia. El padre del muchacho, marino de profesión, calculó casi con exactitud la ruta seguida por el cuerpo de su hijo, una vez que tuvo las primeras noticias del hallazgo en la costa asturiana, sobre la base de los vientos reinantes en las dos últimas semanas. No es la primera vez que un cadáver realiza tanto largo recorrido. Tras la tragedia del autocar portugués caído a un río cerca de Oporto, varios cuerpos, arrastrados por la corriente hasta el Atlántico, aparecieron en la costa de Ferrol e incluso en puntos más al norte.