Cuíña elige un acto del PP en Madrid para reaparecer

Paloma Abejón MADRID

GALICIA

El ex conselleiro acudió a la reunión de la junta directiva nacional La presencia del de Lalín desató comentarios contradictorios en Génova

03 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Xosé Cuíña eligió un acto del PP nacional en Madrid para su reaparición pública. El ex conselleiro, destituido el 16 de enero, abandonó su encierro y se presentó ayer en la reunión de la junta directiva del PP, la cual presidía José María Aznar. Después de que el viernes le diese plantón a Fraga, quien había anunciado por la mañana su presencia en la reunión del comité interparlamentario del PP, Xosé Cuíña reapareció donde muy pocos le esperaban. La presencia del delfín caído de Fraga dejó a más de uno de los asistentes sin aliento en la reunión del PP. Miembros del partido vinculados con Galicia confesaron a la salida que, cuando se abrió el turno de ruegos y preguntas, fueron muchos los que dirigieron sus miradas al ex conselleiro con un nudo en el estómago por si pedía la palabra e intervenía. Pero Cuíña representó el papel de la normalidad: llegó a su hora, escuchó y se marchó. Cerca de Baltar Sin embargo, la presencia del ex conselleiro desató múltiples comentarios, incluso de aquellos que se fijaron en que los aplausos de Cuíña y Baltar a la intervención de Aznar fueron «muy sonoros, de los que cualquier aplausómetro recogería como excesivos». Cuíña estuvo sentado entre Baltar y el ex ministro Jesús Posada. Abandonó la reunión por la puerta principal de Génova, charlando animadamente ante las cámaras de televisión con el propio Baltar y el ministro Federico Trillo. «He dicho que no iba a decir nada y no voy a decirlo», espetó al ser preguntado por su situación en el PP gallego. Ni una palabra más. Ante la insistencia de los periodistas por saber qué ambiente había encontrado en la junta directiva esbozó una sonrisa y contestó: «Como siempre, todo igual que siempre». Fuentes del PP manifestaban su sorpresa por el momento elegido por Cuíña para regresar a Génova. «Hay que reconocer que Cuíña, cuando era conselleiro, venía de forma más o menos asidua a las ejecutivas y juntas directivas, pero hoy (por ayer) pocos le esperábamos». Los cargos vinculados con Galicia alababan la inteligencia de Cuíña al elegir este día. «Aquí hoy hay más gente de los habituales, muchos ni siquiera le conocen y no se habrán fijado en su presencia, pero él sabe que los que tenían que fijarse lo han hecho», aseguraron. Los que menos se fían de él se tomaron su vuelta como una amenaza. «Ha querido decir bien alto que no es un cadáver político, que sigue ahí, y eso puede entenderse de muchas maneras, pero creo que tiene un claro tinte de amenaza», llegaron a comentar fuentes del partido. A pesar de que ayer la noticia era la intervención de José María Aznar, la presencia de Xosé Cuíña no pasó desapercibida, sobre todo para dirigentes de Génova, desde donde siguen con lupa sus movimientos tras la revuelta de los cinco diputados de Ourense que siguió a su destitución. .