La Fiscalía cambia de actitud y un incendiario ourensano va a la cárcel

Pepe Seoane OURENSE

GALICIA

La ausencia de acusador en las declaraciones facilitó hasta ahora la libertad de los detenidos El apresado es un joven de Baltar que pretendía recuperar una zona de monte raso para sus ovejas

09 sep 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Alguna vez tenía que ser la primera y alguien iba a acabar pagando más platos rotos que los suyos. La sistemática ausencia de los fiscales en las comparecencias de los detenidos como presuntos incendiarios -varios durante las últimas semanas- ataba a los jueces a la hora de tomar decisiones. Todo lo más pasaban la noche en calabozos municipales o de la Guardia Civil, pero una vez que pisaban las dependencias judiciales decían lo que mejor les parecía y recuperaban la libertad sin más trámites. No es técnicamente posible que un supuesto delincuente, por muy flagrante que haya sido su actuación, acabe en prisión si el fiscal no lo pide. La potestad es del juez, pero esa petición previa es determinante. Y si no media tal solicitud, sencillamente porque los fiscales no consideraban suficientemente importantes estos hechos, el delincuente volvía a la calle. Así una y otra vez. La tendencia, sin embargo, se ha roto este fin de semana. Diez hectáreas Un vecino de Niñodaguia, ganadero, de 26 años, fue arrestado por la Guardia Civil como presunto responsable de un incendio forestal en montes de propiedad particular y comunal de la misma localidad donde reside. El fuego afectó a unas diez hectáreas durante la noche del viernes al sábado pasado. Que las fuerzas de seguridad están alerta lo prueba el hecho de que a las dos de la madrugada fuese apresado el supuesto responsable del fuego. Al día siguiente, sábado, con la rutina habitual, la pareja trasladó al detenido a las dependencias del Juzgado de Xinzo de Limia. El escenario resultó distinto. La presencia del fiscal confería una especial relevancia al trámite. Tampoco es que el incendio hubiese sido excepcional, ni que hubiese causado daños de especial relevancia. La novedad para los guardias es que había un representante del ministerio público, que pidió el ingreso en prisión para el detenido. Y la jueza respondió, como tal vez hubieran hecho otros, ordenando el traslado a la cárcel del implicado en las diligencias previas 640/2002, por incendio forestal, en el Juzgado de Xinzo. A José Manuel P.?S. le ha costado caro, además, residir en la localidad de Niñodaguia, uno de los pocos núcleos habitados del fronterizo municipio de Baltar, entre cuyos méritos figura el de aparecer en la relación del medio centenar de ayuntamientos españoles que, según el Instituto Nacional de Estadística, más población han perdido en los últimos veinte años. La frontera El joven confesó que había prendido fuego y que su intención era conseguir pastos para sus ovejas. No ardió una masa forestal de excepcional valor ecológico, ni hubo riesgo para las personas, como sí se dio en algún suceso de este verano, ni siquiera valoró el fiscal la alarma social que generan estos sucesos, pero la proximidad de la frontera portuguesa fue determinante para que pidiese el ingreso en prisión, sin fianza, al estimar que había riesgo de fuga, con lo cual podría eludir la acción de la Justicia.