La anómala posición del anticiclón de Azores desencadena un verano inestable en Galicia

MONTSE CARNEIRO A CORUÑA

GALICIA

La tendencia observada en lo que va de julio apunta a una situación más fría y lluviosa que la media climática Por una vez los prudentes meteorólogos han dado la respuesta que los gallegos querían oír: esto no es normal. En el norte de Galicia el verano no ha empezado y la tendencia observada en lo que va de mes por los físicos de la Universidad de Santiago apunta a una situación más lluviosa y fría (hasta dos grados menos) que la habitual en esta época. Ni siquiera las Rías Baixas se libran del descenso de temperaturas.

12 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

El origen del buen tiempo, y del malo también, no está en el humor con que se haya levantado Santiago Pemán, sino en la circulación del aire en las capas altas de la atmósfera y, en el caso concreto de Galicia, de los vientos del oeste. Éstos se instalan en invierno en una vasta área situada entre Inglaterra y Galicia, y van empujando una tras otra todas las borrascas atlánticas que definen el clima del noroeste peninsular. Pero llega el verano, la inclinación del planeta respecto al sol varía y este sistema de vientos se desplaza hacia el polo, librando a nuestra comunidad de su húmeda influencia. El anticiclón de Azores, que en invierno se había mantenido a la altura de Canarias, sube también y, libre ya del potente mensajero de las borrascas, desencadena el buen tiempo. Este año, sin embargo, ni la circulación del oeste ni el benigno anticiclón han seguido esa trayectoria. Se mantienen, de momento, en sus posiciones de invierno. ¿Por qué? Los meteorólogos también se lo preguntan.