El «entierro» se producirá mañana en una asamblea que reunirá a 200 compromisarios Vendrá Santiago Carrillo al «entierro». También mandará comisionado para el «duelo» Iniciativa per Catalunya. Esquerda de Galicia, dos diputados en la quinta legislatura, apenas 6.000 votos en las autonómicas del 2001, se disolverá en una asamblea a la que asistirán mañana 200 compromisarios.
02 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Anxo Guerreiro, coordinador general de EdeG, se preocupa por acotar que, a pesar de la baja obligada de sus siglas en el registro de partidos, sus integrantes no abandonarán la vida política gallega. El millar de afiliados de Esquerda de Galicia se empleará a fondo en asociaciones vecinales, sindicatos y entidades culturales porque, en su mayor parte, se trata de militantes con hondas raíces en las bases. Los de Esquerda de Galicia no han encontrado la horma de su zapato entre las fuerzas del arco parlamentario autonómico. No le valen PP, PSOE y BNG para integrarse como colectivo. El PP, en las antípodas, por descontado. Con los socialistas tampoco hay identificación plena, máxime con un Pérez Touriño que no quiso llevarlos enganchados en las pasadas autonómicas. Esquerda de Galicia es galeguista pero no nacionalista. Poco tendría que hacer en el Bloque. Guerreiro y los suyos esperan la «reformulación da esquerda» que, están seguros, llegará algún día. Las municipales están cerca y carece de sentido mantener congeladas unas siglas que no iban a afrontar las próximas elecciones locales. La debacle de octubre del 2001 fue definitiva. Lo del sábado en asamblea será una escenificación de lo acordado en el Consello Nacional de Esquerda de Galicia, hace ahora aproximadamente un mes. «Non faremos un chamamento a abandoar a política, porque hoxe, máis que nunca, fai falta participación», asegura Guerreiro. Repaso El encuentro asambleario de EdeG será un repaso a quince años de brega, en un escenario político en el que Guerreiro y sus muchachos han estado presentes en dos legislaturas en el Parlamento autonómico. Geluco estuvo en los tiempos de la pomada estatutaria. Después hizo la travesía del desierto, con muy poca agua en la cantimplora, hasta que llegó el oasis del socialista Abel Caballero en 1997. El candidato del PSdeG a la presidencia de la Xunta llevó a EdeG en las listas de su partido y, entre 1997 y el 2001, Anxo Guerreiro, con Xosé Manuel Pazos, hizo oposición en la Cámara gallega.